18 octubre, 2025

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Vistazo a los hechos: El amigo del dictador

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Gabriel Zapata

Por Gabriel Zapata Correa 

No podemos confundir la ambigüedad con la prudencia. Jamás nos podemos dejar engañar por el presidente Petro, quien siempre nos ha llevado en este gobierno de la mano de la mentira para hacernos ver para el otro lado de lo que está haciendo.

Un ejemplo claro de lo que estamos diciendo lo acabamos de vivir con las elecciones que se robó en Venezuela el dictador Nicolás Maduro, y a quien el presidente Gustavo Petro no ha sido capaz de criticar ni lastimar ni con el pétalo de una rosa, pese a las evidencias que ha publicado en las redes la líder Corina Machado, y el candidato triunfador, presidente electo Edmundo González.

El presidente Petro nos engañó. Luego de guardar un silencio sospechoso desde el mismo domingo 28, tres días después salió con un extenso mensaje que nos hizo creer que estaba de lado de la democracia.

Petro que tanto defiende el constituyente primario en Colombia, no había sido capaz de defender al pueblo elector de Venezuela, conculcado por el dictador, amigo del mandatario nuestro.

“Las graves dudas que se establecen alrededor del proceso electoral venezolano pueden llevar a su pueblo a una profunda polarización violenta con graves consecuencias de división permanente de una nación que ha sabido unirse muchas veces en su historia.

“Invito al gobierno venezolano a permitir que las elecciones terminen en paz permitiendo un escrutinio transparente con conteo de votos, actas y con veeduría de todas las fuerzas políticas de su país y veeduría internacional profesional”, escribió.

Sin embargo, pocas horas después se le cayó la máscara al presidente Petro en la reunión de la OEA, convocada precisamente para analizar los últimos acontecimientos en Venezuela.

El Gobierno del presidente Petro se puso en el ojo del huracán porque decidió abstenerse de votar el proyecto de resolución sobre las elecciones en Venezuela del 28 de julio de 2024. La Organización de Estados Americanos (OEA) quería conminar a la dictadura de Nicolás Maduro a presentar las actas de la votación efectuada en los comicios, ante las evidentes sospechas de que se hubiese cometido fraude en estos comicios.

La decisión del gobierno de Petro, calificada como “una vergüenza” por varios expresidentes colombianos produjo toda clase de reacciones en el país, sobre todo porque el primero de los argumentos del Estado colombiano para tomarla, es que la República Bolivariana de Venezuela no forma parte formalmente de la OEA desde 2019, lo que, según ellos, hace que cualquier resolución en este ámbito sea meramente simbólica. En la sesión, la petición de que se dieran a conocer los documentos electorales obtuvo 17 sufragios, de los 18 que requería para que se aprobara. La propuesta obtuvo 17 votos a favor, ninguna oposición y 11 abstenciones, con 5 ausencias. Para su aprobación, se necesitaba una mayoría absoluta de los miembros del organismo.

A favor de la propuesta votaron Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam y Uruguay.

Se abstuvieron Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Granada, Honduras, San Cristóbal y Nieves, y Santa Lucía.

No participaron en la sesión República Dominicana, México, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, además de Venezuela.

Era obvio que el embajador en la OEA Luis Ernesto Vargas, estaba acatando órdenes de Petro, con otro argumento tan frágil como el primero. Que no le parecía honorable votar en contra de Venezuela, porque no estaba presente en esa sesión.

Es muy evidente que Petro le dio la mano a Maduro, quien desde la OEA se salvó de una condena internacional, que se hubiera sumado a la dura posición que ha asumido Estados Unidos, nación que reconoció de una a Edmundo González como el verdadero presidente de Venezuela.

Esta actitud ambigua del presidente Petro no puede confundirse con la prudencia, cuando millones de venezolanos fueron engañados por el dictador Nicolás Maduro para “reelegirse” por seis años más en el poder, pese a la contundente victoria de Edmundo González.

Pero el dictador es Maduro es un hombre agradecido. Y pocas horas después de la votación en la OEA, dijo que Petro es “un hombre honorable”. Expresó que el presidente de Colombia es uno de los hombres más inteligentes que ha conocido. También dejó claro que respeta sus consejos e ideas.

“Agradecemos todas las cooperaciones, de todos los que tengan posibilidad de cooperar con la paz de Venezuela, así se lo dije al presidente Petro, con quien tuve la oportunidad de conversar con él hoy y le expliqué muchas cosas”, dijo Maduro.

Colombia perdió la oportunidad de haber fijado una posición radical a favor de la democracia. Pero además, esta actitud tan ambigua de mostrar dos caras con una diferencia de pocas horas, nos siembra frente a la incertidumbre del futuro que nos espera con el amigo del dictador.