25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

“Usted sabe que no ha cumplido con todo lo que le ofreció en campaña a los colombianos”: Carta de Jesús Vallejo Mejía al presidente Duque

@IvanDuque 

El exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, ex embajador y catedrático, Jesús Vallejo Mejía, le envió una carta abierta al presidente Iván Duque, en la cual plantea todas sus inquietudes sobre la crisis del país. 

Señor Presidente: 

En las elecciones del 11 de marzo del 2018, algunos votamos por usted porque creímos en su programa y otros porque no había alternativa ante el peligro de que representaba un eventual triunfo de Gustavo Petro (vale anotar que este último obtuvo una votación nada desdeñable). 

El sábado primero de mayo, abrimos La Linterna Azul con la entrevista que le dio usted, al experimentado periodista Luis Carlos Vélez de la radio FM, donde tuvo la oportunidad de dar a conocer, con gran claridad, todo lo que ha venido haciendo durante su gobierno. En dicha entrevista, usted reconoce que estos grupos vandálicos son grupos criminales que generan desorden y producen miedo en los colombianos de bien. 

Esto se veía venir, Sr. Presidente. ¿Cómo puede ser posible que en su gobierno no haya habido una persona que se diera cuenta a tiempo? Está más que claro que, en muchos casos, no se trata de grupos que salen a “marchar” de manera espontánea. Se trata de personas que vienen siendo entrenadas y organizadas para atacar estratégicamente en diferentes puntos del país y que, por ende, deben considerarse —simple y llanamente— terroristas. 

Y no fue solamente en Cali, sucedió también en Bogotá, Pereira, Neiva y otras ciudades. Está claro que esas personas, llámense vándalos o terroristas (o los dos), vienen trabajando con un libreto meticulosamente diseñado, dentro del marco de un plan de desestabilización que incluye un director de orquesta muy experimentado y un “papito rico” que los financia. 

El periodista Vélez le pregunta: 

— ¿Qué está pasando en Cali? ¿Qué está pasando en el sur del país? 

Usted responde: 

—Muy bueno que me haga la pregunta, porque hemos visto en los últimos días hechos vandálicos, sistemáticos dirigidos a afectar ciertas infraestructuras y a generar desorden. Lo que estamos haciendo es fortalecer el operativo de la fuerza pública para recuperar el orden, dar tranquilidad y protección de la ciudadanía, como también desmantelar esas estructuras criminales que están detrás de estos hechos. 

La verdad es que poca tranquilidad nos queda cuando vemos videos de buses llenos de venezolanos (como lo denuncian quienes tomaron dichos videos), que salieron de Cúcuta y Bucaramanga, así como desde el municipio de Soacha. Si requiere de información más precisa, en el caso de Soacha se trataba de buses Mercedes Benz con placas SOD 406 y 481 (por enumerar solo dos), que habían salido la víspera del terrible 28 de abril con dirección a Bogotá. 

Pero, señor Presidente, ¿cómo puede haber garantía de que quienes sean detenidos cometiendo actos de terrorismo, como los de lanzar papas bomba, apuñalar policías y otros actos delincuenciales, sean debidamente procesados? Porque lo que los colombianos ven, como ya sucedió, es que un juez de la Republica los deja en libertad bajo el pretexto de la falta del debido proceso en el momento de su captura. 

Sr. Presidente, es en estos momentos en los cuales la ciudadanía se siente desprotegida y en los que se necesita lo que algunos llaman “mano dura” —para eso fueron creadas las fuerzas del orden, para garantizar la ley y el orden con base en lo estipulado en nuestra Constitución—, la omisión de su parte, no hace más que tenderle una alfombra roja a la extrema izquierda en su incesante búsqueda del poder. 

Señor Presidente, usted sabe que no ha cumplido con todo lo que le ofreció en campaña a los colombianos, pero, a pesar de todo, la gran mayoría queremos que recupere su popularidad, por el bien del país y por el suyo propio (si es que le interesa). Quisiéramos que pase a la historia por las cosas buenas que ha realizado durante estos dos años y no como el puente que le facilitó el paso a la extrema izquierda al poder. 

O, tal vez, lo recordarán como el personaje que dejó Juan Manuel Santos para garantizar la continuidad de su infame proceso de paz, conservando su gente en los ministerios, embajadas y consulados (muchos de los cuales se podrían suprimir en este momento) y derrochando dinero en promover la imagen de sus ministros. Sr. Presidente, la imagen se gana, no se compra, y muchos de esos gastos se pueden evitar. 

¿O se acordarán de usted como un presidente bonachón y flojo? ¿Un Presidente sin personalidad que fue manipulado por un arrogante Ministro de Hacienda quien le insistió en que la Reforma Tributaria era una maravilla? ¿Cómo se dejó meter semejante embuchado? 

Señor Presidente, estamos de acuerdo en que su gobierno y el país necesitan mucho dinero. Es verdad que usted recibió una deuda enorme del gobierno derrochón de su amigo Juan Manuel Santos — casi el 70% del PIB! Añádale a eso la necesidad de mantener a la guerrilla desmovilizada, mantener a la JEP, en síntesis, mantener todo el exceso que heredó del gobierno de Juan Manuel Santos. Y, para completar, llegó el COVID, el cual le ha costado una fortuna al país. Sin lugar a duda, la situación económica es difícil, pero, le sugerimos con el mayor respeto N0 volverse a equivocar. De ser necesario, cambie de asesores y apóyese en personas verdaderamente expertas que sepan orientarlo. 

En cualquier caso, lo felicitamos, señor Presidente, por sus declaraciones en el sentido de apoyar la austeridad en el gasto público. Ojalá se note considerablemente y no se quede en buenas intenciones. 

Sí, fue una lástima que las marchas lo hayan forzado a ceder, ya lo conocen. De ahora en adelante, le pedimos mano firme y menos improvisación. No se vaya a dejar que lo asuste este lunes el comité del paro y sus peticiones. La fumigación aérea con glifosato, sobre “todos” los cultivos de coca del país, es indispensable. Como usted bien sabe, la cocaína es una de las grandes fuentes de financiación de estas marchas y de eventuales marchas venideras. 

La juventud está violenta. Es penoso oír las respuestas sin argumentos que dan algunos cuando han sido interrogados sobre las razones por las cuales marchan. —Parece que solo les han inculcado el odio y la violencia— y muchos se expresan como si se hubieran convertido en nuestros enemigos. 

¿Quién los va a cambiar? ¿Vamos a dejar que los que ya tenemos fichados (los promotores de las marchas), los sigan instruyendo con ideas del marxismo radical que tanto daño le ha hecho a la humanidad? 

Ya tenemos el ejemplo de Chile. Los comunistas son pocos, pero bien organizados, y tienen la capacidad de alebrestar, infiltrar y convencer a la juventud. Y, naturalmente, tenemos el ejemplo de nuestra vecina Venezuela, proceso de descalabro gradual que, lamentablemente, se está pareciendo mucho al de Colombia. La izquierda jamás se queda quieta, tiene muchos recursos y planes ambiciosos para toda América. En este contexto, Colombia, por más de un motivo, es “la joya de la corona”… y se están acercando. 

Hay que estar muy alerta, primero fueron los universitarios, luego la minga, después fue “la tributaria”, siempre habrá un motivo para generar caos y disturbios. Es más, ya deben estar fraguando su próximo golpe, a menos que usted les ponga los puntos sobre las íes este lunes. 

Señor Presidente: los ciudadanos de bien saben que protestar es un derecho que debe ser garantizado por cualquier democracia y que las marchas y las demandas de la ciudadanía deben ser atendidas, siempre y cuando sean razonables y se hagan de forma civilizada. Pero no olvide tener en cuenta que sujetos como Gustavo Bolívar, María José Pizarro y otros de los “amiguitos” de Gustavo Petro no van a parar hasta que este llegue al solio de Bolívar. ¿Otro Hugo Chávez para la América Latina? Algunos dicen que Petro podría ser aún peor. 

Excuse la franqueza con la que nos hemos expresado, porque los gobernantes suelen estar rodeados de individuos que no cumplen con aquella maravillosa enseñanza del Libertador: Solo es amigo del gobernante quien le dice la verdad y le aconseja el bien. 

El país está al borde de caer en un abismo similar al de Venezuela y usted no puede esperar nada de los rabiosos enemigos de la democracia, que son lobos con piel de oveja, porque aparentan moderación y apego a las instituciones que abominan, desconociendo a quienes sinceramente queremos que nuestros hijos y nietos vivan en un país democrático y no en un país famélico con gobierno despótico.