Una mirada al cielo

Por Adriana M. Cardona López 

En aquella parroquia justo en la sacristía se encontraba una mujer con sus justos años, gobernados por su fe.

Allí sacó de su cartera unos pesos bien contados y los entregó a quien administraba el famoso diezmo, que es utilizado por muchas religiones como acto de fe y don del servicio. Y de paso para asegurar el cielo. Así lo afirmó.

Un joven que allí se encontraba le preguntó. ¿Usted sí cree que existe el cielo? Y ella con su sonrisa libre de prejuicios, sin perder el rumbo de su vida espiritual y de respeto, le contestó: vengo a pagar un pedacito de cielo.

Hoy vemos cómo la clase política nos traza la ruta con su actuar, ruta que precisamente no nos conduce al cielo. Los partidos políticos violan sus propios estatutos con los ojos abiertos y sin recato alguno, hacen que se pierda la fe. 

Sus alianzas y estrategias arrinconan la honestidad y principios políticos. Y de paso nos conducen al infierno electoral, aquel donde el ciudadano con más capacidad económica y poder político ordena sacar del escenario aquellas personas que no le dan la talla y clase. Y al ciudadano de a pie por estos días se le olvida el cielo. Otros Políticos actúan como los espantapájaros con mucho rabo de paja, de esa que se necesita al otro lado del cielo para mantener caliente la hoguera.

Y mientras tanto vamos cargando con los pecados de otros. Al ser señalados y discriminados internacionalmente y de la mano de una ilegítima gobernabilidad, donde su presencia y falso liderazgo no tiene fuerza política y moral a nivel mundial. 

Pero seguiremos soñando con la paz, la seguridad y un desarrollo económico y social serio y con altura. ¿Y por qué no cómo ganar el Cielo?