Una advertencia a la ONU

Por Adriana M. Cardona López 

Dicen los que saben que el Dr. Gustavo Petro está dispuesto a exponer ante la ONU el incumplimiento del Estado Colombiano conforme acuerdo de paz firmado en el año 2016 con los beligerantes de la guerrilla (Farc).

El descrédito ya nos lo ganamos a nivel internacional por las políticas de Estado del actual gobierno y sus intromisiones en los conflictos de otros países. Y que en un acto de cobardía para gobernar, generando zozobra nos exhibe de frente sus intereses personales, nos augura derramamiento de sangre y como las pitonisas no asertivas, exclama que habrá mayor desigualdad.

Y somete a las Fuerzas Militares de Colombia y sus familias a encontrarse con sus victimarios “Farc” en el hospital Militar. Será regalarle un árbol de sicómoro y así despojarnos del miedo. Nos quiere someter a su estilo. Atiborrará el Congreso de bandidos y haraganes, ya que su renovado acuerdo de Paz con el «ELN» será para asegurar más curules y así como la inteligencia artificial que ya no la están aplicando, no necesitaremos consultar con los médicos especialistas en neurociencia, puesto que este presidente sabe cómo funciona el sistema nervioso de los colombianos en su totalidad y conoce los latidos del corazón. 

Si analizáramos “Los Protocolos de los sabios de Sion” sin necesidad de ser médicos especialistas, ni escritores o columnistas pacifistas, entenderíamos para donde nos lleva.

La ONU debe saber que este País necesita una tarima de roble y en ella subir un verdadero líder político para que pregone los misterios del mundo político en Colombia. Y de la ayuda de los ciegos para que nos guíen con su agudeza, podremos descubrir con quien contamos y por si nos falla el honor Militar, la moral con altura y el fervor patriota llamaremos unos cuantos refuerzos de la caballería, a los infantes, lanceros, soldados de la antigua Grecia y por qué no legionarios romanos para que observen y analicen ese “Juramento” y que les quede muy claro que no contamos con el Congreso.