18 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Un hombre a un soneto pegado @eljodario

 

Por Oscar Domínguez G. (foto)

Es el primer poeta (Sonsón, 2 de mayo de 1939) que presenta un libro luciendo su camiseta de bachiller modelo 58 de la Pontificia Bolivariana. Lo hizo en la Fundación Otraparte, en Envigado, de donde es vecino. Ocurrió hace muchos aguaceros en el lanzamiento de su libro “Mis versos, sonetos y décimas”.

A Hugo Álvarez Restrepo, Huguis para su furioso colectivo de admiradoras, lo llaman para hacer un soneto, invento italiano, o una décima, creación del español Vicente Espinel, y está ocupado redondeándolos.

Este “boquisucio” de 78 abriles que suelta madrazos como quien desgrana rosarios, interpreta su visión del mundo en “los catorce versos dicen que es soneto”, o en una de las jijuemil décimas o espinelas que ha parido.

Filántropo y profesor de arquitectura, vive debajo de un sombrero. Si las modelos exitosas no repiten cucos, Hugo, el de cuidado bigote exlibidinoso, no repite sombrero. Usted ve a “Penjaus” Hugo sin sombrero y lo desconoce. Se lo quita para fornicar. Dicen.

Nada de lo humano le ha sido extraño. Es arquitecto-poeta de la UPB y sus casas, como sus versos, son firmes. Imposible encontrarle un edificio Space en cualquiera de sus edificios. O de sus sonetos.

Parte de su diploma lo invirtió en el diseño y construcción del Palacio Municipal de Envigado. El alcalde Cardona y su gente, pueden dormir, perdón, trabajar tranquilos. También metió el palustre en el Edificio de la Cámara de Comercio de Medellín. (Lea la columna).