25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Un gobernador para internacionalizar a Antioquia

Jorge Alberto Velasquez Pelaez

Por Jorge Alberto Velásquez Peláez 

Antioquia tiene algunas relativas fortalezas exportadoras en relación con su propia producción y la nacional, aunque no deslumbra internacionalmente con ninguna pues lamentablemente jamás dio los primeros pasos hacia la globalización, que dicho sea de paso ya no existe, pues fue reemplazada por una nueva era que el FMI bautizó como «slowbalization». Como si fuera poco, el departamento ha mantenido durante las dos últimas décadas una lamentable inercia exportadora, vendiendo los mismos productos sin cambiar su estructura productiva y sin diversificar su oferta. Sin embargo, muchos presentan al aguacate Hass como el gran descubrimiento exportador del siglo, a pesar de que sus ventas (79 millones de dólares el año pasado) están muy lejos de 350 millones que solo el pasado mes de febrero vendió el estado mexicano de Michoacan a los EE. UU., y de las exportaciones de Países Bajos, Perú, Chile, y España. Pero algo es algo, como también, con menor contribución entre los pocos renglones nuevos, las exportaciones de piscicultura y de gulupa.
Las ventas externas regionales 2022 sumaron 7.647 millones de dólares, 30% más que diez años atrás; poca cosa, tanto en crecimiento como en valor absoluto, si se pretende una región internacionalizada. Peor aún, si ignoramos las exportaciones de oro (y lo haré a lo largo de éste artículo por su relación estrecha con tonalidades grises y negocios ilícitos como lavado de activos), exportamos apenas 4.763 millones de dólares, nivel que nos ubica en el ranking con países como Senegal y Uganda; si a esa cifra le restamos banano, café y flores, renglones exportadores de siempre, obtenemos como resultado apenas 3.072 millones de dolares, cifra que duele, considerando las muchas potencialidades productivas que tiene nuestro departamento en productos agropecuarios y agroindustriales, y  subsectores industriales que podrían impulsarse con éxito en nuestros municipios, como por ejemplo las confecciones. 

En Italia, las exportaciones de la región Emilia-Romaña, con características similares a las de Antioquia, ascienden a más de 20.000 millones de euros; el distrito del calzado de la región de Marche exporta 7.440 millones de euros; el distrito textil y de la moda de Lombardía vende al año 18.000 millones de euros. Son regiones
como la nuestra, con producciones similares pero con mentes de sus líderes políticos y empresariales que sí se estrenaron y usaron para  inserción de sus territorios en el mercado global. Nos encontramos en la era de la “slowbalization”, caracterizada por la regionalización, lo cual debe llevarnos a un replanteamiento de nuestra pobre política exportadora nacional, pero mientras eso ocurre, al diseño de una estrategia para la producción y exportación antioqueña; para ello, necesitamos un gran gobernante, cuya próxima elección cuenta desde ya con una lista de precandidatos, que muy rápidamente me atrevo a analizar. 
Julián Bedoya es uno de ellos, un genio del cual solo sé que no necesita estudiar regularmente como lo hacen los estudiantes normales, sino que le basta con presentar pruebas de suficiencia, las que sean y en la cantidad que sean, en un mismo día si fuera necesario, para obtener un diploma. Qué berraco, aunque esa buenísima imagen se ensucia un poco porque tiene el apoyo de un politiquero conservador de apellido Trujillo; Andrés Julián no es un cantante de música popular sino exalcalde de Rionegro, creo que Uribista, y familiar de los Quintero, de los cuales solo conozco a Rubén Darío, quien estuvo preso por vínculos con un famoso paraco. Eugenio Prieto es bueno, tiene gran experiencia en los asuntos del territorio, y es, creo yo, menos político, o sea «menos contaminado y más confiable”; Mauricio Tobón está también en el partidor, al lado del expresidente del senado Juan Diego Gómez, del cual solo puedo decir que es político. Pero, para mi gusto, el mejor ya tomó la delantera: Luis Fernando Suárez, varias veces gobernador encargado de Antioquía durante la administración de 
Aníbal Gaviria, quien dicho sea de paso ha gobernado con liderazgo, honradez, inteligencia y compromiso, con el apoyo de Suárez. ¿Para qué ensayar con otros? Solo hace falta que el candidato internacionalice su mente. Y recemos para que no surjan más candidatos mesías, o repitentes con nombres de reyes franceses. 
Para terminar, quiero llamar también la atención respecto a la elección de alcaldes, los más inmediatos colaboradores y/o socios de un gobernador que se proponga internacionalizar a Antioquia. No sé quién vaya a ganar en Jardín, pero esperemos que Medellín recupere su salud mental, y elija al mejor, que hasta el momento es ninguno.