
Trump: «Quiero inmigrantes que contribuyan a hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande»
Cardenal Dolan: «Este país necesita los brazos de estos nuevos inmigrantes para crecer»
Por Elizabeth Mora-Mass
Nueva York. Desde que llegué a este país hace muchos años, la inmigración siempre ha sido un tema difícil en el país, porque esta es una nación de inmigrantes, y Estados Unidos fue, ha sido y sigue siendo enriquecido por inmigrantes.
«No estoy en contra de la inmigración, quiero inmigrantes que contribuyan a hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande», ha dicho el presidente Donald Trump muchas veces, desde su campaña presidencial de 2016. «Quiero inmigrantes altamente calificados, instituyendo una selección basada en las mejores personas del mundo que quieran venir aquí. Doy la bienvenida a este tipo de inmigrantes», declaró Trump a los periodistas en una conferencia de prensa en 2016. Esta periodista cubría la campaña de Trump para El Diario de México/Estados Unidos, como reportera en Nueva York.
Y continuó diciendo: «No quiero ver esta avalancha de solicitantes de asilo que han desbordado nuestras fronteras y están quebrando los presupuestos de salud, vivienda, educación, transporte y demás servicios de nuestras ciudades y pueblos (…) Estamos perpetuando un imán de bienestar que será demasiado difícil de destruir.
Y agregó: «Deberíamos negar todos los beneficios temporales de asistencia social de emergencia a los inmigrantes (…) Aquí tenemos una sala de recibo para la gente que viene a trabajar, a sudar, a luchar, pero no para los que no quieren trabajar y están sentados en el esperando una mesada regular gratuita«.
Cubrí para El Tiempo, el principal periódico colombiano, la Ley de Reforma y Control de 1986. En ese momento, la administración Reagan dijo que los inmigrantes ilegales eran 3,2 millones y concedió una amnistía para ellos.
Pero para enero de 2007, la población indocumentada había aumentado en 11,8 años. El Congreso no logró que se aprobara una ley que los regulara. Después de la pandemia de Covid 19, los inmigrantes ilegales de todo el mundo aumentaron 8,7 millones más, según las proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso para 2024, y casi todos solicitaron «asilo político».
Fue un tema muy candente de la campaña presidencial hasta el punto de que la administración Biden se detuvo a mostrar información en el sitio web de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos para el año fiscal de 2024.
El equipo de Trump afirma que el 20% de los beneficiarios de ingresos más bajos recibe alrededor de $64,700 en beneficios del gobierno, esa fue la polémica central de la campaña presidencial de 2024. «Los inmigrantes legales que trabajan y pagan impuestos del Seguro Social y Medicare califican para estos programas, pero se les deben negar a los aprovechados», dijo Trump una y otra vez.
Cardenal Dolan: «Los necesitamos»
Pero el cardenal Dolan, arzobispo de Nueva York, piensa de manera diferente. «Es muy duro ver a esta pobre gente perseguida solo porque quiere trabajar. Y los necesitamos. El país necesita su trabajo para seguir creciendo».
Y tiene razón. Estados Unidos necesita las manos de los inmigrantes pobres no solo para crecer, sino para seguir siendo la ciudad líder de USA y la Capital del Mundo.
De hecho, Estados Unidos es la despensa del planeta por lo que hacen los inmigrantes. Todos los analistas coinciden en afirmar que, los inmigrantes pobres trabajan muy duro para poner comida en las mesas de los estadounidenses. Más del 90% de los trabajadores agrícolas son inmigrantes con baja calificación, sin cuyo trabajo nadie podría comer en tierras del Tío Sam.
Desde el siglo XIX hasta nuestros días, la construcción siempre ha sido un trabajo para los recién llegados. Los inmigrantes asiáticos construyeron los ferrocarriles de los Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Los inmigrantes europeos, con los irlandeses, italianos y judíos a la cabeza construyeron el subway de Nueva York y las autopistas que unen la Gran Manzana con Long Island, Nueva Jersey, Connecticut y Pensilvaina.
Con el envejecimiento de los Baby Boomers, el país necesita manos que los cuiden, así como para limpiar edificios, trabajar en hoteles, restaurantes, fábricas, supermercados, farmacias, taxistas, etc, los cuales son los trabajos que los estadounidenses no quieren hacer y que los nuevos inmigrantes hacen con diligencia y cuidado, mientras envían sus hijos a estudiar para que ellos cumplan el Sueño Americano
Mientras tanto, los indocumentados viven su propio infierno en la tierra del Tío Sam.
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