
· China sube tarifas de USA al 84%
· Unión Europea comienza a cobrar aranceles el 15 de abril
Por Elizabeth Mora-Mass*
Nueva York. El secretario de Comercio de USA, Bessent dijo en la cadena Fox que, “infortunadamente en la actualidad China no quiere negociar”, refiriéndose al hecho de que a pesar del anuncio de la Casa Blanca del aumento de tarifas a China del 104%, China no ha llamado a Washington en forma oficial para dialogar acerca de las tarifas. Por su parte, la Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque, dijo que los aranceles comenzarán a cobrarse a partir del 15 de abril, según informaron.
El paquete de respuesta se dio a conocer el mes pasado y se centró en una serie de productos. Los 27 países de la UE habían advertido que actuarían para proteger a las empresas y los consumidores europeos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impusiera aranceles del 25% al acero y al aluminio.
La última oleada de aranceles del presidente Donald Trump ha entrado en vigor y las importaciones de China se han visto afectadas por una tasa del 104% en medio de un enfrentamiento cada vez mayor de las dos economías que controlan el mundo.
China respondió aumentando los aranceles de los productos estadounidenses al 84%.
La última decisión de la Casa Blanca ha hecho que las tarifas que se aplican a las importaciones hacia Estados Unidos oscilan entre el 11% y el 104% y afectan a unos 60 socios comerciales del Tío Sam, a quienes Trump califica como “los peores infractores” y los acusa de usar “prácticas comerciales desleales”. Los mercados bursátiles internacionales perdieron trillones de dólares.
A pesar de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, Washington y Pekín siguen siendo importantes socios comerciales. Por otro lado, el periódico The New York Times afirmó en un titular de primera página refiriéndose al plan de Trump: (Es) “Totalmente tonto’. El enfoque de Trump en el déficit comercial desconcierta a los economistas. Detrás de los nuevos aranceles de Trump hay un objetivo tan ambicioso como irreal: eliminar el déficit comercial bilateral con todos los socios comerciales de Estados Unidos”.
En un informe oficial de la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos, Estados Unidos importó 438.900 millones de dólares en productos chinos el año pasado.
Eso equivale a aproximadamente el 3 por ciento del producto interno bruto (PIB) total de China, que depende en gran medida de las exportaciones. Por su parte Goldman Sachs dijo en un comunicado que espera que los últimos aranceles de Trump reduzcan el PIB de China hasta en un 2,4 por ciento.
Este banco de inversión pronostica un crecimiento del 4,5 por ciento para este año, citando preocupaciones de que la táctica probada de China de desviar las exportaciones a través de países como Vietnam y Tailandia -para eludir los aranceles estadounidenses- se vuelva menos efectiva ahora que Trump ha erigido barreras comerciales a nivel mundial. Ese 4,5 por ciento es inferior al objetivo oficial de crecimiento del gobierno chino del 5 por ciento para 2025.
Según informó la agencia Prensa Asociada, AP, “Los gravámenes más pronunciados llegan hasta el 50%, y esa tasa más alta recae en las pequeñas economías que comercian poco con Estados Unidos, incluido el reino africano de Lesoto. Otras tasas incluyen un impuesto del 47% sobre las importaciones de Madagascar, el 46% sobre Vietnam, el 32% sobre Taiwán, el 25% sobre Corea del Sur, el 24% sobre Japón y el 20% sobre la Unión Europea”.
Los economistas advierten que “los gravámenes aumentarán los precios de los bienes que los consumidores compran cada día, particularmente porque estos nuevos aranceles se suman a algunas de las medidas comerciales anteriores”, aseguró AP.
En el caso de China, los analistas económicos afirman a voz en coro que lo que estamos viviendo es “una guerra económica abierta entre Estados Unidos y China, las dos economías más fuertes del mundo”, motivo por el cual la economía global está en vilo.
Trump anunció la semana pasada un arancel del 34% a China, por ejemplo, que se sumaría a los gravámenes del 20% que impuso al país a principios de este año. Luego, Trump agregó otro gravamen del 50% a los productos chinos en respuesta a las represalias recientemente prometidas por Beijing. Eso elevó el total combinado al 104% frente a China.
En el Congreso de Estados Unidos, un grupo de senadores demócratas y republicanos redactó un proyecto de ley para controlar el aumento de tarifas por parte de la Casa Blanca, pero la Cámara controlada por los republicanos se dispone a bloquear una proposición al respecto.
Según los canales económicos, “el 4,5 por ciento es inferior al objetivo oficial de crecimiento del gobierno chino del 5 por ciento para 2025. Los analistas de UBS son aún más pesimistas: han dicho que los aumentos de aranceles de Trump podrían reducir la tasa de crecimiento económico de China a solo el 4 por ciento en 2025. Y eso suponiendo que el gobierno se involucre en una «amplia expansión fiscal”.
*Elizabeth Mora-Mass tiene una maestría en periodismo económico de la Universidad de Columbia de Nueva York.
Pie de foto: Trump muestra las nuevas tarifas – Foto Internet.
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