23 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Tan lejos de Dios, tan cerca de la barbarie

Dario Ruiz

Por Darío Ruiz Gómez 

Sabemos que detrás de los cantinflescos representantes del llamado Comité de Paro que, como dice el dicho popular no mandan ni en su propia casa, está la presencia de un gran poder – un gran capital emergente- que los mueve como títeres y les impone consignas según sus intereses.  

¿Cómo puede la Fiscalía desconocer que el terrorismo es la afrenta mayor contra una sociedad? En el Apocalipsis se lo denomina como la gran Bestia, esa nube que gravita hoy sobre nuestras vidas amenazándolas con la banalización del terror y el pánico generalizado, destruyendo las virtudes de la benevolencia y de la simpatía en una democracia sin mayúsculas. Esas virtudes de una vida civil que añoran entre lágrimas los argentinos, los cubanos, los nicaragüenses encerrados entre las cárceles de dictaduras oprobiosas y la miseria económica mediante la cual se somete a una sociedad y se degrada al individuo pensante. Técnicas para degradar a una sociedad que consisten siempre, como lo analizan Ortega y Gasset, Karl Popper, Ravel, en hacerle creer a la cautiva ciudadanía, a la frágil rebeldía de la juventud, que la libertad no es necesaria y únicamente una mentirosa promesa de redención social es lo importante, que el individuo es significado de egoísmo y por el contrario hay que sacrificarlo todo a lo colectivo. El verdadero regreso a la violencia de la manada.  

“Mucho me ha costado, me decía un gran amigo en Madrid en el año 60, llegar a ser un individuo para que ahora el Partido Comunista me conmine a  renunciar a este logro para sumarme a lo colectivo” Viviendo estos días de paro y cierres de carreteras –la libre circulación es un principio de la democracia- de saqueos, recordé la función que Mussolini, Hitler y Mao hicieron de este tipo de marchas para dar a sus  sometidos la sensación de estar embarcados en una  gesta histórica mientras se convertían en furiosos fanáticos. Pero no olvidemos que se manipuló a las masas, pero conservando cuidadosamente un socialismo de Estado.  

La tarea de destruir nuestra herencia civilista comenzó hace cuarenta años con la desaparición en el pensum académico escolar y universitario de las humanidades clásicas y la implementación y manipulación de textos vulgares sobre el “materialismo histórico” y la prohibición de “libros extranjeros”, con la traición del Partido Liberal y del Partido Conservador a los legados de la razón y de la lógica, de la ley y el derecho. Este “horror vacui” –muerte de un espacio simbólico- se ha ido prolongando en el tiempo mutándose finalmente en expresiones de diversas ignorancias propicias – tal como lo estamos viendo- a un populismo grotesco, a una falsa reivindicación de las etnias, al elogio del terrorismo, desalojando al pensamiento crítico e implantando la ideología totalitaria como  una creencia.  

Recurro de nuevo a esta singular claridad con que Ortega y Gasset lo expuso:” Bajo las especies de sindicalismo y fascismo aparece por primera vez en Europa un tipo de hombre (mujer) que no quiere dar razones ni quiere tener razón; sino que sencillamente se muestra resuelto a imponer sus opiniones” 

José María Ridao un gran pensador español actual, heredero del legado de la Ilustración, del pensamiento liberal recuerda en unas recientes declaraciones que: “Si se abandona la actitud crítica se podría pensar que cuanto vivimos es inexorable, pero todo ello puede ser de otra manera y conviene recordarlo porque en ello nos va elegir o no la barbarie”. Ya que “la barbarie no sobreviene, sino que se elige”. El populismo – ¿cumplió Chávez alguna de sus promesas a la masa hambrienta? ¿Cuáles son las conquistas para el pueblo de Iván Cepeda? – se permea dentro de la democracia para destruirla mediante los idiotas útiles de siempre y algunos cómplices medios de comunicación como no cesaré de repetirlo. 

Saliendo de las ruinas de la Bastilla el perverso, pero clarividente Marqués de Sade lo predijo: “Ya han bajado a Dios de su pedestal y ahora ¿Cuáles personajes van a colocar en éste?” 

Se destruyen empresas, pequeños negocios, se incendia la Alcaldía, un colegio para hijos de la Policía, la USI, se han derribado todas los monumentos y se quemarán clínicas y hospitales, se arrasa la agricultura y se imponen los sembrados de coca: El terror  revolucionario campea sobre el Departamento del Cauca y arrasar con todo vestigio de cultura blanca será el objetivo final de este resentimiento, la figura de Francia Márquez empieza a aparecer en el horizonte en llamas como la Diosa sustituta que devolverá a su raza oprimida “lo que los invasores blancos les habían quitado”.