
Por Carlos Mario Retrepo Tamayo
Se busca urgentemente un líder con sentido común, que congregue, convoque y masifique. Un Moisés de nuestros tiempos que conduzca a nuestro pueblo y oriente al 70% de colombianos, 35 millones, que estamos en oposición AMORFA, sin carácter ni personalidad, completamente asustados, atemorizados, desconcertados, para que nos oriente y nos dirija.
Un líder para que en forma organizada podamos iniciar la reconstrucción y enderezar el rumbo del país, antes de que nos vamos a lo más profundo del abismo, mediante una buena estrategia colectiva preparada y planificada. No podemos esperar dos años más viendo al país y a sus instituciones caer y desmoronarse a la velocidad del sonido, a pasos agigantados.
Son muchos los pueblos que se han caracterizado por el patriotismo y nacionalismo de sus ciudadanos, quienes llenos de patriotismo empuñan las armas sin importar edades, ni sexo, ni la clase social. Regresan a su tierra desde lejanos lugares del mundo, movidos por un gran sentimiento nacionalista y especialmente por el compromiso que tienen con sus hijos y las nuevas generaciones.
Winston Churchill lideró al pueblo británico en defensa de los ataques y la invasión de la Alemania de Hitler con su canto de batalla «SANGRE – SUDOR Y LAGRIMAS”- organizó y lideró el famoso proyecto «MOISES» para atacar y derrotar a los ejércitos alemanes, después de ser informado de la existencia de un bomba atómica en poder de los nazis inventada por un científico judío y de no haber tomado ese liderato en ese momento, el futuro del mundo lo hubiera convertido en un gran campo de concentración.
En este tiempo vemos cómo el pueblo de Ucrania se defiende como un gato patas arriba contra la invasión despiadada de los rusos y los israelitas hacen lo mismo defendiendo su gente de los ataques del grupo sanguinario y terrorista Hamás.
Pensar que en Colombia en nuestros tiempos se produzca un movimiento nacional con la iniciativa y capaz de sacrificarse en defensa de la patria resulta casi que un sueño imposible, en donde el «NO HACER NADA» es nuestra nota típica y característica…
«NO HACER NADA» pero en forma productiva, planificada y con un objetivo claro y contundente que nos invite a «NO HACER NADA» por los días que resulten necesarios, parando sin temor y con todo el convencimiento todas las actividades productivas grandes, medianas y pequeñas empresas, comercio en general, transportadores, agricultores, centros educativos y hasta las amas de casa como una gran estrategia nacional, para invitar a que este nefasto gobierno reorganice el rumbo del país mediante un diálogo sano y constructivo y se evite una catástrofe nacional con una confrontación armada entre hermanos colombianos o en su defecto para revocarle el mandato popular.
Ya no es hora de llorar ni de más lamentaciones ni de más secretos ni más cuchicheos en pequeñas reuniones sociales o familiares, ni de programar más marchas.
Nos llegó la hora de actuar unidos en forma civilizada legal y constitucionalmente para salvar nuestro país de las garras de la corrupción disfrazada de grupo socialista y / o Pacto Histórico.

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