15 octubre, 2025

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Carlos Mario Restrepo

Por Carlos Mario Restrepo Tamayo 

La historia a nivel mundial está llena de gobiernos de derecha y de izquierda, de gobernantes con ideologías de derecha y de izquierda, unos más radicales y otros más moderados… Unos buenos y otros malos 

El gobierno de DERECHA se caracteriza por la defensa de la libertad individual, propiedad privada y mercado libre, hay una menor intervención estatal en la economía, en los servicios de salud y menores impuestos hay orden, confianza y estabilidad en las instituciones.

El régimen de IZQUIERDA prioriza la mayor intervención del estado en todos los campos de la vida nacional, mayores impuestos, inspira su gestión en la igualdad, la justicia social, la distribución de la riqueza y la defensa de los derechos de los trabajadores y sus asociaciones sindicales.

Un régimen CORRUPTO que lo puede ser tanto de derecha como de izquierda se caracteriza por la falta de transparencia, el nepotismo, la impunidad y el abuso del poder por parte de los gobernantes y funcionarios públicos, el soborno el CVY (cómo voy yo) es el pan de cada día que les permite enriquecerse a costillas del erario público, encuentra su mejor apoyo en las entidades de control: Procuraduría, altas cortes, Congreso, Fiscalía, Registraduría y entidades afines del orden nacional, departamental y municipal 

En los actuales momentos de nuestra patria, la mejor fórmula de gobierno podría ser aquella que reúna los principales elementos de la derecha y la izquierda, en una sana combinación complementaria sin polarización. Y este sería el camino expedito para construir una sana convivencia y confianza inversionista, respetando la institucionalidad y nuestras fuerzas armadas y de policía.

El ave para volar necesita tanto del ala derecha como del ala izquierda, ambas se complementan y logran el vuelo perfecto 

Pero la discusión ahora en Colombia no debe centrarse en una discusión bizantina entre los de derecha y los de izquierda, ya que ninguna de estas formas de gobierno es buena o mala por naturaleza.

La discusión debe centrarse entre personas buenas y malas, entre buenos y malos candidatos, entre candidaturas buenas con un plan serio y sostenible de gobierno, defensoras de la institucionalidad y la democracia, representados con candidatos de reconocida trayectoria, honorabilidad y vocación de servicio, y, de otra parte, identificar y señalar sin contemplaciones los malos, corruptos y peligrosos candidatos que solo tienen el afán de llegar al poder engañando incautos y así  apoderarse del erario público y perpetuarse en el mando.

Estamos en un momento trascendental de la patria, no hay lugar para los tibios acobardados y acomodados al mejor estilo del presidente de la organización TERPEL, Oscar Bravo. Tenemos que tomar posición patriótica. Saber de una vez por todas cuántos somos y cuántos quedamos, quiénes estamos con los buenos, cuántos y cuáles están con los malos y corruptos.

Esta es una misión que tenemos que emprender todos los colombianos. Debemos dejar de lado los EGOS e iniciar esta tarea misionera cuanto antes, si es que de verdad UNIDOS queremos ayudar a salvar a Colombia de las garras de este nefasto y corrupto gobierno en cabeza de Gustavo Petro y sus secuaces Benedetti, Montealegre y Roy Barrera, por mencionar sólo unos pocos de esta banda criminal.