19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Se nos fue Rodrigo Pareja, el amigo inigualable

Los periodistas de Medellín tenemos el alma a media asta. Nos rasga los tejidos del corazón la muerte de nuestro colega Rodrigo Pareja, un hombre que ejerció el periodismo durante 62 años con pasión, tenacidad y responsabilidad, y siempre del lado correcto de la verdad. 

Era un periodista vertical en sus conceptos y decisiones y quienes tuvieron la oportunidad de trabajar a su lado o aprender de sus ejemplos saben que Parejita ni era de medias tintas ni cargaba agua en la boca para decir lo que pensaba. Y lo que pensaba así lo escribía. 

Fue el primer redactor político de El Mundo. También trabajó en Caracol radio Bogotá, RCN, Clarín, Todelar, Radionet, Rado Bolivariana, Colmundo y la Voz de la Nostalgia. 

Fue durante varios años jefe de redacción del diario El Espectador en Antioquia, cargo en el cual no solo conoció a muchos colegas, sino que ubicó a ese periódico en los primeros lugares del diarismo regional. 

Rodrigo tenía un especial olfato político que le permitía analizar con particularidad los hechos de la vida regional y nacional. 

Parejita fue jefe de prensa de siete gobernadores de Antioquia, entre ellos de Gilberto Echeverri Mejía, cargo en el cual siempre se destacó por su eficiencia, exigencia en el rigor de la información y tolerante con sus colegas. Laboró con Alberto Vásquez, Bernardo Guerra, Antonio Yepes, Fernando Panesso, Antonio Roldán, Elena Herrán y el mencionado Gilberto Echeverri. 

Era muy difícil que Parejita transigiera con sus principios, y era particularmente duro en sus columnas contra los políticos y los corruptos. 

En su columna “Entretelones” cada 15 días en El Reverbero de Juan Paz no les rebajaba su carga de profundidad, lo mismo que al presidente Iván Duque cuando caía en sus contradicciones. 

En el 2016 recibió el premio a la Vida y Obra del Club del Prensa. 

Cuando cumplió sus 50 años de periodismo, su incondicional amigo del alma, Orlando Cadavid, le escribió en “Contraplano” una columna titulada los 50 años de Rodrigo Pareja. 

Y decía: “Vive tan feliz con sus tres nietos (Paula Andrea, Santiago y Juanita) que no se cansa de repetir un par de máximas: “Los nietos son esos seres maravillosos que nos hacen vivir en el cielo, sin necesidad de morirnos” … “Al hombre que muere sin haber sido abuelo, la vida le quedó debiendo la mitad”. También están en la primera fila de sus grandes amores su fidelísima esposa Adiela y sus hijos Madalith, nombre de un tango (¡siempre el tango!) que canta Raúl Iriarte, y René, un destacado médico con altos pergaminos en la rama oncológica. 

“Formado a puro pulso en la fecunda escuela hertziana del maestro Antonio Pardo García, quien nos enseñó a buscar las noticias con altas dosis de pasión, tenacidad, emoción, constancia y profesionalismo, el flaco emuló con creces a su ilustre progenitor, don Luis Pareja Ruiz, toda una leyenda de la vieja guardia del oficio en Medellín. Padre e hijo formaron aquí una dupla de respeto, cuando se batían solos, en sana competencia, desde las oficinas de El Espectador, con las redacciones enteras de El Colombiano, El Correo y El Diario y el único apoyo del reportero gráfico Lino Montaño”. 

Rodrigo era un hombre sencillo, un esposo dedicado a su esposa doña Adiela y un padre muy querido con sus hijos, el médico René y su hija Madalith. Sus amigos estamos muy dolidos, como todos sus familiares y allegados. 

El Reverbero de Juan Paz eleva una oración, para que el Altísimo, que ya lo tiene de su lado, les dé la fortaleza necesaria para soportar su ausencia.