17 noviembre, 2025

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Salud y Estado: «OCDE sobre la salud en Colombia: cobertura universal no es sinónimo de calidad real»

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Por Henri Cap Martin 

La OCDE es, en esencia, un foro donde los países más desarrollados del mundo se reúnen para aprender unos de otros y establecer estándares de política pública. Colombia ingresó en 2020, luego de cumplir una serie de requisitos exigentes. Este ingreso le abrió la puerta a compararse directamente con potencias económicas y sociales.

Para el sector salud, eso implica acceso a análisis rigurosos y comparativos que permiten identificar debilidades estructurales, como la baja inversión, la fragmentación del sistema o los pobres resultados en indicadores clave, frente a referentes internacionales. También permite adoptar mejores prácticas basadas en evidencia, usando como espejo a países con sistemas más eficientes y equitativos.

Estar en la OCDE no garantiza mejoras automáticas, pero sí obliga al país a medirse con estándares mucho más altos, y le ofrece herramientas para hacer cambios concretos donde más se necesitan.

Ahora bien, vamos a lo que nos ocupa. En días recientes la OCDE publicó su informe para 2025 y les mostraré unos datos en salud relevantes para tener en cuenta. 

Colombia, en comparación con los países más desarrollados y miembros de la OCDE, tiene un desempeño en salud con avances importantes pero rezagos profundos. El país muestra fortalezas puntuales, pero en indicadores clave de resultados en salud, calidad del sistema y capacidades, queda consistentemente en los últimos lugares del grupo. Aquí van los puntos centrales:

1. Resultado en salud: muy por debajo del promedio

      • Esperanza de vida baja: 77,5 años vs. 81,1 en la OCDE. Solo supera a México y Letonia.

      • Muertes evitables muy altas: Signo de fallas tanto en prevención como en atención médica efectiva.

      • Altas tasas de enfermedades crónicas: Ej. diabetes en adultos al 12,3% frente a 8,6% OCDE.

      • Percepción positiva no confiable: La población reporta sentirse bien, pero esto puede deberse más a factores culturales que a una salud real adecuada.

2. Estilos de vida: luces y sombras

      • Bajo consumo de tabaco y alcohol: Punto claramente positivo.

      • Sin datos confiables sobre obesidad: El país ni siquiera mide un problema creciente y crítico.

      • Contaminación del aire: Exposición a niveles superiores a los recomendados por la OMS.

3. Cobertura vs. acceso real

      • Alta afiliación (99%): Comparable con países de la OCDE.

      • Baja satisfacción (46%): Una de las peores tasas del grupo, lo que indica una gran brecha entre cobertura y acceso efectivo a servicios de calidad.

      • Sin datos sobre gasto de bolsillo: No se sabe si las personas están protegidas financieramente frente a enfermedades.

4. Calidad: terreno desconocido

Colombia prácticamente no tiene información sobre calidad del cuidado. No se sabe:

      • Si se usan bien los antibióticos.

      • Si las hospitalizaciones se podrían evitar.

      • Cuántas muertes ocurren tras eventos agudos prevenibles.

      • Qué tanto se realizan tamizajes clave como por ejemplo mamografías.

5. Capacidades del sistema: claramente insuficientes

      • Inversión muy baja en salud.

      • Déficit de médicos, enfermeras y camas por cada mil habitantes comparado con el estándar de la OCDE.

Conclusión: el diagnóstico es claro

Colombia no solo está rezagada, sino consistentemente en los últimos lugares dentro de la OCDE. Las causas principales son:

      1. Un sistema desorganizado y fragmentado, centrado en la afiliación, no en la calidad.

      2. Recursos insuficientes, tanto financieros como humanos.

      3. Falla en la prevención y atención primaria.

      4. Ausencia crítica de medición de calidad.

      5. Altos niveles de desigualdad, que afectan directamente los resultados en salud.

Resumen final

Colombia ha logrado ampliar la cobertura de salud, pero no garantiza que esa cobertura se traduzca en atención efectiva, continua y de calidad. Sin algunos ajustes, mayor inversión y sistemas sólidos de medición y gestión de calidad, el país seguirá lejos de los estándares de salud de los países desarrollados.