Por Adriana Cardona López
Un saludo al Mundo. El roble y el sauce.
Dicen los que saben que esta cultura nos ganó en el campo comercial y diplomático. Y dicen los que más saben qué el contacto físico para ellos a la hora de saludar no significa mucho. Eso sí es sabiduría espiritual antigua.
Besos van, besos vienen para otras Culturas y para ellos es importante esto en otro escenario. Se nota a leguas que ellos nos midieron las energías y más que un mensaje de respeto, nos están enseñando a vivir.
Sin ser muy franceses e italianos se acabó la melocería, inclinémonos, que nos quieren enseñar cortesía.
El mensaje es de sencillez y respeto, exhibamos el sombrero dos o tres pasos y si somos muy finos el pañuelo. Ellos sí saben sacudir el Mundo.
Al abuso del poder había que ponerle un alto y que el mensaje más que social y político es un mensaje de respeto.
Desestabilizaron sin mucho ruido, para que recuperemos el alma. Y les enseñaran a las Naciones a crear el Ministerio de la Honestidad y Solidaridad y recordando las palabras del licenciado en derecho, diplomático y premio Nobel de literatura Saint – John Persé: “No temas”.
Soltemos la camándula y reflexionemos que en Colombia tenemos una “Paz” fingida y sería el momento propicio para acomodarnos con unas gotitas de pandemia, un roble, un sauce y un buen libro: “la odisea”.
Esta pandemia lo que nos está mostrando es un elipsis de la longevidad, ellos si saben pescar con su humilde caña.
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