24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Regreso del infierno en Nicaragua

 

Los presos políticos excarcelados en Nicaragua narran vejámenes que evidencian la violencia sobre los civiles de parte de las fuerzas represivas de Daniel Ortega, y afirman que mantienen la resistencia

Por Carlos Salinas

El País de Madrid.

No le dieron comida. Tampoco agua. La desnudaban y la sometían a extensos interrogatorios cuya finalidad era que se retractara de haber llamado a la desobediencia civil y la suspensión del pago de impuestos a los comerciantes del Mercado Oriental, el monstruo de 28 hectáreas donde los habitantes de Managua venden y compran cualquier cosa. En la celda 37 de El Chipote —prisión preventiva de Nicaragua denunciada como centro de tortura— la comerciante Irlanda Jerez aguardaba un destino incierto.

Jerez había acaparado la atención de la prensa al aparecer en el corazón del Oriental —donde contaba con negocios— llamando a la rebeldía frente al régimen de Daniel Ortega. Se paseaba por la capital de Nicaragua con una camiseta negra con la leyenda “No le pago impuestos al Estado”, participaba, megáfono en mano, en las manifestaciones que exigían el fin del régimen y concedía entrevistas incendiarias. La “dictadura” —como la llama— no le perdonó su atrevimiento y ordenó su arresto el 18 de julio de 2018. Estuvo dos días en las celdas de El Chipote soportando desnuda los interrogatorios, hasta que la trasladaron a la cárcel de mujeres La Esperanza, donde resistió 329 días de prisión. Ortega ordenó su libertad el pasado 11 de junio tras promulgar una cuestionada ley de amnistía(Lea el informe).