Reflexiones desde el norte: Ucrania, un año de guerra

Por Rafael Bravo

“In 1939, US President Franklin Delano Roosevelt supposedly said of the late Nicaraguan dictator, “Somoza may be a son of a bitch, but he’s our son of a bitch.” Who would have imagined that in 2023, Latin American presidents would say the same about Putin?”

“En 1939 el presidente Franklin Delano Roosevelt supuestamente dijo del difunto dictador nicaragüense, “Anastasio Somoza puede ser un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.¿ Quién habría imaginado que en 2023 los presidentes latinoamericanos dirían lo mismo de Putin?”

Andrés Velasco en la revista Project Syndicate

Ucrania no deja de ser motivo de atención en esta ya desgastadora guerra con un invasor que persiste en su fin de destruir a cualquier costo. Saber con certeza el número de soldados caídos en ambos bandos es casi imposible. Tampoco el de víctimas civiles. Millones en el exilio. El costo de la reconstrucción sin saber el fin ascenderá a miles de millones. Entretanto, el conflicto logró unir a los miembros de la OTAN con apoyos decididos en materia militar y financiera. La pregunta es ¿hasta cuándo?

A pesar de las sanciones a Rusia, su impacto no era el esperado. Los cálculos eran un decrecimiento del producto de por lo menos un 10 por ciento en 2022 y según el Fondo Monetario se estima una contracción del 2 por ciento e incluso proyecta un crecimiento pequeño para 2023. Putin continúa vendiendo su petróleo a India y China que se aprovechan de los descuentos. Israel, quien lo creyera, vende frutas y verduras al Kremlin. El volumen del comercio con Turquía, Armenia, Kazajistán, Kazajstán se disparó mirando para el otro lado las sanciones.

China por su parte se niega a condenar la invasión uniéndose a Rusia en la idea de culpar a Occidente, al tiempo que acusa a Estados Unidos de estar “agregándole combustible al fuego” por enviar miles de millones dólares en armamento, una jugada de modo que las tensiones entre China y Taiwán no sean una prioridad para el gobierno Biden. No hay que olvidar que Beijing siempre les da prioridad a sus intereses buscando golpear a Washington. El Pentágono advirtió a China de un eventual apoyo militar a Rusia, lo que escalaría el conflicto a niveles insospechados.

“El Fracaso Moral” como llama el columnista Andrés Velasco a la acomodada “neutralidad” y “no intervención” ´ de algunos mandatarios en Latino América en su respuesta a la agresión rusa es inaudita. Para Lula Da Silva, en declaraciones a la revista Time, tanto Zelensky como Putin tienen igual de responsabilidad en la guerra. Gustavo Petro con su cacareada “Paz total” que no tiene pies ni cabeza se rehúsa a desaprobar al invasor.

La respuesta de Andrés Manuel López Obrador a Alemania por el envío de los tanques Leopard 2 recuerda a épocas ya superadas de la Guerra Fría. Es la vieja retórica de una izquierda anclada en el pasado.  Amlo asegura que la decisión obedece “al poder de los medios que es usado por las oligarquías para arrodillar a los gobiernos”. Olvida lo que está pasando en México donde la prensa independiente es acosada por el régimen.

La guerra ha llevado a que países como Alemania que se habían abstenido de proveer material de guerra pesado, los aboca por la presión internacional a enviar los tanques Leopard 2, siguiendo los pasos de Estados Unidos e Inglaterra con lo que se busca cambiar el futuro del conflicto. Sin duda, Biden con su reciente inesperada visita a Kiev demuestra su decidido respaldo a Ucrania que ha recibido cerca de 77 mil millones de dólares en ayuda que se desglosa así:

Ayuda humanitaria (asistencia en alimentos, salud, refugiados), 3 mil novecientos millones un 5 por ciento del total

Ayuda financiera, 26 mil cuatrocientos millones, un 34 por ciento.

La ayuda militar asciende a 46 mil millones de dólares, un 61 por ciento del total que se discrimina de la siguiente forma: ayuda en seguridad (entrenamiento, armamento y apoyo logístico proveniente de la Iniciativa para la Seguridad de Ucrania), 18 mil trescientos millones, Equipos y armamento salidos del Departamento de Defensa, 23 mil quinientos millones y otros auxilios y préstamos, 4 mil setecientos millones.

Unas cifras solo comparables a lo gastado en la guerra con Vietnam que ya están llevando a un sector del público a cuestionar tanto el monto como su fin último. Según Gallup las encuestas recientes indican que un 28 por ciento de norteamericanos, los Estados Unidos “están haciendo demasiado”. La OTAN sigue firme, pero a medida que la guerra se extiende sin una salida próxima, las perspectivas de una paz negociada son inciertas.