23 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Reflexiones desde el norte: Cuba y Haití Papas Calientes para Biden

Rafael Bravo

https://rafaelibravo.blogspot.com/ 

Por Rafael Bravo   

  “We are combating a pandemic and dealing with a breaking down of democracy in a whole host of countries. That is the environment we are in. When it comes down to Cuba, we’ll do what’s in the national security interest of the United States”. 

‘’Estamos combatiendo una pandemia y lidiando con un colapso de la democracia en muchos países. Ese es el ambiente en que estamos. En lo que concierne a Cuba, haremos lo que sea en el interés de la seguridad nacional de los Estados Unidos’’ 

Salvo los anuncios de que Cuba atraviesa su ‘’segundo período especial’’ por la misma razón que vive Venezuela de carencias y represión, los miles de millones que llegaban a la isla se acabaron. Algunos califican a Cuba como el parásito latinoamericano. 

Bueno es recordar que el régimen sobrevivió por muchos años con la ayuda soviética y en las últimas décadas gracias a Chávez y su sucesor. Perdió la oportunidad de salir del atraso y aceptar a su manera al capitalismo estatal que sigue China. 

Quienes simpatizan con el régimen cubano debieran rechazar la forma como no solo se están reprimiendo las protestas, arrestando y golpeando a la población, sino que el propio Diaz Canel incita a la violencia mientras se rehúye a aceptar que el sistema de gobierno ha fracasado. A su vez, aquellos que simpatizan con el embargo y las sanciones no entienden qué poco resultado ha producido distinto a las penurias a que se ha sometido al pueblo cubano. 

Desde el punto de vista político, Biden se enfrenta a una muy difícil coyuntura teniendo en cuenta los recientes resultados electorales en Florida, donde el partido ha ido perdiendo terreno gracias a la demagogia republicana según la cual los demócratas son sinónimo de socialismo. Miami es el centro de la diáspora cubana cuyo interés principal es el derrocamiento del régimen. Los cubanoamericanos salieron en masa en esa ciudad a protestar por los excesos y una vez más exigiendo la salida de la cúpula gobernante. Paralizaron vías, salieron a las calles con banderas de Cuba y le pidieron al presidente Biden que enviara tropas no importa lo absurdo que eso significa. 

Biden contrario a Obama que propició una apertura, ha dejado intactas las sanciones impuestas en el gobierno Trump prohibiendo las remesas y viajes a la isla, lo que ha profundizado la crisis social y de ingresos para el gobierno cubano que fija la tasa de cambio del dólar y se lleva una porción grande de las mismas. Mientras tanto, Biden ha sido lento en su respuesta a la crisis, limitándose a decir lo que todo el mundo sabe: ‘’Cuba es un estado fallido. 

Los republicanos del sur de la Florida aprovecharon la oportunidad pidiéndole al presidente que le dé luz verde a alguna forma de tecnología de modo que los cubanos recuperen las comunicaciones. Ya existe y fue utilizada en Puerto Rico con ocasión del huracán María. Consiste en unos globos que se ubican a larga distancia del suelo y permiten acceder a una señal inalámbrica.  

El exilio cubano en Miami a través de varios políticos dice estar dispuestos a financiar el proyecto. Hasta dónde llegarán las protestas y su resultado final va a depender de factores tanto internos como externos, pero lo que sí está claro es que una importante porción del pueblo cubano y en particular la juventud son protagonistas del levantamiento. Algo que no ocurría desde 1994. (Opinión). 

Haití es la otra papa caliente a raíz del asesinato de su presidente Juvenel Moise cuyos autores intelectuales aún se desconocen a pesar de las distintas versiones que involucran a ex militares colombianos contratados por una firma con sede en Miami. Los Estados Unidos tiene una larga historia con el envío de fuerzas e intervenciones desde Woodrow Wilson hasta Bill Clinton que autorizó una invasión norteamericana por solicitud del líder religioso Jean Bertrand Aristide, con breves intervenciones en los gobiernos Bush y Obama. 

La más reciente operación se dio por el terremoto que sacudió a esa nación dejando muy poco positivo. Basta recordar los millones prometidos para reconstrucción que terminaron malgastados y en manos de unos pocos. Haití hoy se enfrenta a una crisis humanitaria peor, un gobierno al borde del colapso y sin un liderazgo político definido. La capital es dominada por bandas de pillos que operan con la complicidad de la policía y el ejército haitiano. 

El mundo ya no le cree a Haití. No existe una ruta constitucional para elegir a un nuevo presidente pues la inestabilidad persiste, no hay sistema judicial en el momento, el legislativo no opera y la participación electoral es mínima (una quinta parte ejerce el voto). Lo mejor para Biden es permitir que haya observadores internacionales que monitoreen la situación y que sean los haitianos buscar el mejor destino. No suena fácil, pero más intervención internacional ha probado su ineficacia y resistencia.