20 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Reflexiones desde el norte: Chips y contenedores, otra víctima de la pandemia

Rafael Bravo

Por Rafael Bravo

  • ‘’Quizás los Estados Unidos todavía tengan una ventaja en Investigación y Desarrollo’’ 

‘’Países como Corea del Sur y Taiwán experimentaron inversiones masivas en la fabricación de chips que tardó décadas en consolidarse’’ 

La pandemia ha impactado al mundo de la manufactura hasta el punto de afectar a sectores que dependen de un adecuado suministro de materias primas y al transporte multimodal. Para el ciudadano común no es de interés conocer en detalle los procesos de fabricación y distribución de los productos finales que están a su disposición. En particular, todo lo relacionado con los semiconductores o chips que son esenciales en la producción de artículos como automóviles, computadores, teléfonos celulares y hasta refrigeradores de última generación. 

La noticia según la cual hay una escasez de estos elementos ha prendido las alarmas pues ya el sector automotriz anuncia recortes por la interrupción temporal de la cadena de suministro. Menos chips equivale a menos autos. Los chips son un componente esencial para que los sistemas manejados por el cerebro interno de los vehículos controlen desde los motores, las ventanillas hasta los dispositivos de navegación. 

Ford anuncia una disminución que llega al 20 por ciento en el primer trimestre en su modelo más rentable, el pickup F150. General Motors igualmente se ha visto afectada en varias de sus plantes por el mismo motivo en Estados Unidos, Canadá y México. Una situación similar para las demás marcas. De acuerdo con una investigación de la firma IHS Markit habrá 700 mil menos vehículos disponibles a nivel global los 3 primeros meses, con una reducción en ingresos para las ensambladoras de hasta 61 mil millones de dólares en este 2021. 

Todo comienza con la pandemia y la caída de la demanda en todo el mundo obligando a los fabricantes de vehículos a bajar la producción y las compras de semiconductores que como se sabe son parte indispensable para el funcionamiento de un auto. Pero al mismo tiempo, se dio una situación curiosa en la que la demanda de chips se disparó por la mayor producción de computadores y otros equipos de modo que el trabajo en casa pudiera ser una realidad. 

Esta coyuntura ha sido motivo para que tanto el congreso como el presidente Biden anuncie una orden ejecutiva que ‘’ lleve a cabo una revisión completa de las cadenas de suministro para los bienes esenciales’’. Los grupos que representan a los sectores automotriz, de la salud y telecomunicaciones le piden a la Casa Blanca que haya más financiación en la investigación y producción de chips, una industria dominada por los países asiáticos. 

Un 47 por ciento de las ventas globales de semiconductores la realiza compañías de origen norteamericano, pero solamente un 12 por ciento de su fabricación se hace en Estados Unidos. Taiwán es el dominador del mercado seguido muy de cerca por China que está invirtiendo en grande buscando convertirse en el principal proveedor de semiconductores. 

Por otra parte, la demanda de contenedores, vital para el comercio internacional, atraviesa por una coyuntura similar. El resultado es un aumento de los fletes nunca visto. Se calcula que hay cerca de 170 millones de contenedores en el mundo que van y vienen por lo que muchos se preguntan ¿dónde está semejante flota? La explicación más simple se resume así: 

Una parte se encuentra en terminales en tierra. Otros apilados en puertos a la espera de ser montados en barcos y los demás en tránsito hacia los sitios de destino. El mayor déficit se encuentra en Asia como consecuencia de la reactivación mundial pos pandemia donde China juega un papel fundamental. Es el país que con otros de esa región del mundo más rápidamente se ha recuperado. 

Además, a medida que la pandemia fue tomando forma los gobiernos implementaron las cuarentenas suspendiendo las actividades económicas y la producción. Muchas fábricas temporalmente cerraron haciendo que grandes volúmenes de contenedores quedaran en puerto. El número de barcos cargueros también se redujo sustancialmente y cuando se reinicia la reactivación los fletes experimentan un alza sin precedentes. 

Puede decirse que las compañías de transporte transpacífico viven su mejor momento como lo muestra el grafico de Drewry que evalúa la evolución de los precios de los fletes por cada contenedor de 40 pies. Para finales de 2020 y comienzos de 2021, ha habidos incrementos de más del doble comparado con 2019.