Reflexiones del rector del “Poli”: Allá vamos amigos del Bajo Cauca

@PolitecnicoJIC @LibardoAlvarezL 

Por Libardo Alvarez 

Paso a paso y de la mano de alcaldes, líderes y aliados, el “POLI” vuelve a todas las zonas del departamento para hacer realidad el anhelo de la regionalización y devolverle con justicia a las comunidades rurales, la posibilidad de estudiar desde sus propios municipios o localidades cercanas, programas cortos, de calidad y pertinentes. 

Este fin de semana llegaremos con oferta académica agropecuaria al Bajo Cauca Antioqueño, una región llena de riquezas naturales y potencialidades humanas, pero a la vez de problemas de pobreza, inequidad y violencia, que han lacerado con todo, el alma de sus más de 325 mil habitantes. 

Unidos con el Politécnico Ciandco, una entidad fundada hace 21 años, con varios programas técnicos y de formación equina y ganadera, con una presencia efectiva en esta zona del departamento, dotada de infraestructura y credibilidad entre la población; llegamos con la gran reputación y liderazgo del “POLI” a ampliar el espectro académico y las oportunidades de estudio para sus habitantes. 

Nuestra búsqueda incesante de nuevas formas de llegar a las regiones no descansa. Fincados ya en Urabá, el Oriente, el Occidente y el sur del Valle de Aburrá, nos encaminamos a lograr muy pronto una presencia sólida en las nueve regiones de Antioquia. Cuando conocí al “POLI”, los tiempos también eran turbulentos, y sin embargo nuestra bandera ondeaba en sedes físicas en diversos municipios que servían de eje educativo para cada región. Y a fe que logramos ofrecerles a los jóvenes de entonces, nuevas posibilidades para salir adelante. 

Hace cerca de tres años, cuando volví a la Institución, me encontré con la triste realidad de que habíamos arriado las banderas de muchos sitios y dejado atrás los sueños de una infinidad de ciudadanos, que seguramente perdieron las esperanzas de un mejor mañana. 

Con Bello, Girardota, Ituango, Frontino, y municipios e instituciones educativas del Norte y el Nordeste, mantenemos un estrecho contacto y seguramente en pocos días con cada uno de ellos tendremos trascendentales anuncios. Nuestra respuesta no podía ser inferior al anhelo ciudadano. Ningún plan de desarrollo de una entidad de educación superior, máxime estatal, puede abandonar como prioridad la regionalización. 

A estas alturas de la vida es imposible seguir pensando que atraer a los habitantes del campo a los grandes centros urbanos, para que encuentren en ellos las respuestas a sus necesidades, es la solución. Las grandes ciudades terminan absorbiéndolos en su complejidad, eclipsando sus sueños y convirtiéndolos en un retazo de ese cinturón de miseria que flota como una trágica aureola. 

Las instituciones como el “POLI” fueron hechas para actuar en el momento exacto, para ser parte de las soluciones rápidas y efectivas. Ojalá tuviéramos más músculo financiero para extender nuestras extremidades a todos los rincones de nuestra geografía. Ver al ciudadano disfrutar aprendiendo en nuestras granjas, laboratorios y centros de experimentación, lo vale todo. A la gente de hoy hay que darle oportunidades acordes con sus intereses, hay que tratarla con cariño y escucharla en sus inquietudes e ideas. 

Allá vamos amigos del Bajo Cauca, decididos a conquistarlos con todas nuestras capacidades.  

En ustedes depositamos nuestros anhelos, la sociedad, los maestros, los directivos, los gobernantes y los líderes auténticos. Jean Jacques Reusseau decía que: “la juventud es el momento de estudiar la sabiduría; la vejez el de practicarla”.