24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Reconstruyamos El Puente de Occidente

Editorial del periódico El Occidental 

El puente José María Villa además de ser un monumento arquitectónico, nacional y patrimonial declarado de los colombianos, se ha convertido en la imagen de muchos proyectos turísticos, culturales, históricos, institucionales y comerciales de la región, por algo entre otros, adicionalmente, es el logo que identifica a El Encuentro de Dirigentes de Occidente, y muchos de los eventos que se convocan se plasman con su imagen.  

Un Puente que está ahí desde finales de 1890 y que ha permanecido entre nosotros, incólume, imponente, útil y mágico para comunicar a las comunidades, y que en su momento fue el único paso sobre el Rio Cauca hace más de un siglo cuando los arrieros llegaban asombrados con sus recuas de mulas a pasar por semejante y monumental obra de ingeniería.  

Un tiempo después los vehículos se apostaban a lado y lado y la mercancía era pasada o transbordada por cargueros que había en la región, hasta que el actual puente del Virrey o amarillo fue construido, el cual está hoy en proceso de mantenimiento, pues ya ha entrado en operación el nuevo puente sobre el Río Cauca, gracias al proyecto de las vías de la montaña, hoy llamadas 4G. 

Los occidentales tenemos que abogar por la reconstrucción completa del puente de occidente o del puente José María Villa, el mismo tiene que recibir el mantenimiento que se merece, con la mejor madera y materiales que hayan en el mercado y que sean perdurables y con las mejores garantías y pólizas de calidad, que garanticen un tráfico vehicular seguro para los visitantes que vayan rumbo hacia los municipios de Sabanalarga, Liborina, Olaya y el mismo Sopetrán, para que este anillo vial, turístico, histórico, religioso e intercultural no se suspenda en pleno siglo XXI en la incapacidad de mantener en el mejor estado un puente, el único que hay en la región,  y que cierra el paso hacia otras comunidades.  

Su reconstrucción y mantenimiento es una obligación nacional y departamental, los municipios que lo alinderan son incapaces económicamente de hacerlo, pero ello no puede privar a los propios y visitantes de poder pasar sobre el mismo, bien sea limitando su peso o el tipo de vehículo.  

Es inconcebible, como me decía un puñado de turistas extranjeros que habían rentado un campero, que no pudieran pasar por el puente desde Santafe de Antioquia, cuando ellos veían en el mapa que había otras poblaciones con unos atractivos inmensos y que querían visitar, que les resultaba increíble que ahí suspendieran una ruta turística, cultural e histórica porque no podían pasar un puente en carro. 

Esta reflexión nos pone a pensar en la necesidad de reconstruir el puente definitivamente y abrirlo y a revivir puntos de atención con casetas de información turística e histórica, gastronómica, cultural y agropecuaria de los pueblos que lo circundan para que miles más de visitantes nos conozcan, nos aprecien y nos valoren, como lo que realmente somos, el pueblo occidental más multiétnico y multicultural de la nación, descendientes de hombre grandes como el propio José María Villa. ¡Manos a la obra!