
· Martin Von Hildebrand, editado por Debate
Por estos días que se celebran los 100 años de aparición de La Vorágine y el país ha vuelto a mirar hacia la Amazonía, se ha publicado el libro que durante más de 30 años esperaron antropólogos, historiadores y en especial los indígenas de esa inmensa zona que va de Leticia a Mitú y desde La Pedrera a Araracuara. Se trata de las memorias del hombre que con más pasión estudió los orígenes lingüisticos, espirituales y tradicionales de las tribus sobrevivientes en aquellas espesas selvas: el profesor Hildebrand.
Basándose en la tradición oral primero de los indios tanimukas y después en las otras tribus que tenían contacto con ellos, hace una escanografía casi que computarizada de las tragedias vividas por esas gentes, desde antes de la Casa Arana y los caucheros, haciendo énfasis en la brutal equivocación que tuvieron, en pleno siglo XX, la Iglesia y en especial los padres capuchinos tratando de matarles con sus tales internados para indígenas la cultura, las leyendas, el espíritu de las malocas, el uso del mambeo, del yagé y de la medicina animista con las cuales habían sobrevivido por siglos. Las narraciones dramáticas de cómo los llaneros blancos salían de cacería de los indios guahibos es igual de impactante que la del trato de los caucheros que no cupieron en la inmortal novela de José Eustasio Rivera.
El libro entonces es un monumento continuo a la civilización de la yuca, al calendario cultural ecológico que construyeron con el paso de los siglos, pero en especial una reivindicación de la menospreciada cultura amazónica. Son las memorias de quien comenzó como investigador en una canoa y llegó, cuando Barco fue presidente, a dirección de la Oficina de los Asuntos Indígenas del gobierno a hacer visible desde allí al resto del mundo, a través de la Fundación Gaia que dirigió por tantos años, la imagen de unos pueblos despreciados en sus tradiciones y comportamientos.
Leerlo sobrecoge y aunque se gasta tontamente mucho en el conteo de las batallas libradas contra la burocracia castradora y contra los enemigos politiqueros y mafiosos de la reivindicación indígena, termina siendo una joya antropológica para el lector ávido o para la gran mayoría de incultos que han desconocido ese mundo amazónico.
Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.
Es un libro que dignifica y mitifica a su autor y emociona a los guerrilleros intelectuales bogotanos que menospreciaron toda la sapiencia encerrada en las lejanas selvas que tributan desde Colombia al Amazonas.
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