19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Puerta en el suelo

Por Carlos Alberto Ospina M. (foto)

Otra forma de abandono estatal consiste en el subregistro de los individuos que padecen depresión. Aparte de ignorar las causas de los dolores corporales y la somatización del trastorno, la inconfesable soledad interior, ahonda los efectos negativos en miles de jóvenes, mujeres y gente de la tercera edad. Al menos en el plano horizontal, el Sistema General de Seguridad Social en Salud, no tiene definida la secuencia para el análisis ni la caracterización de la enfermedad. Casos clínicos moderados reciben el tratamiento erróneo de “alteración del ánimo y respuesta emocional” a situaciones cotidianas. El 50% de los afectados no cuentan con los medios adecuados para aliviar las perturbaciones psíquicas.

Más de 322 millones de personas en el mundo sufren de depresión, siendo la principal razón de discapacidad en el ámbito mundial y la segunda causa de suicido entre 15 y 29 años de edad. Este síndrome adquiere características pandémicas con cerca de 800 mil suicidios cada año, según lo reporta la Organización Mundial de la Salud (OMS). A causa del miedo que produce la posibilidad de estigmatización, numerosos sujetos no le hayan sentido a la existencia y en especial, algunos adolescentes prefieren quitarse la vida a buscar ayuda profesional, soporte emocional y apertura a la discusión de la enfermedad a nivel del grupo escolar, familiar e institucional. (Lea la columna).