El Reverbero de Juan Paz, venía recibiendo quejas sobre los muy malos olores alrededor de la PTAR (Planta de tratamiento de aguas residuales), que Empresas Públicas de Medellín está construyendo en Bello. Y en atención a sus lectores se propuso hacer la tarea, visitó el área de influencia e investigó sobre tan importante proyecto.
El proyecto, aunque su presupuesto es muy inferior al de Hidroituango, no es de poca monta, cerca de $2 billones, y mucho menos es insignificante, pues se trata de un tema ambiental y de responsabilidad social de alto impacto.
En Hidroituango se calcula el retraso para entrar en operación de 3 a 4 años. La PTAR ya cumplió 4 años de retraso, pues debió entrar en operación en julio de 2014.
Igual que Hidroituango, tiene crédito del BID, en este caso por 450 millones de dólares, que al tipo de cambio vigente el pasado viernes 28 diciembre equivale a $1,47 billones. Que susto y con el dólar para disparado…
Igual que Hidroituango, presentó retrasos desde el primer año de ejecución. Para la muestra un botón, en 2013 la interventoría informó: “En la parte de los equipos electromecánicos se presentan atrasos muy grandes, los cuales podrían impactar la terminación de las obras si no se toman medidas remediales adecuadas”. En otro aparte del informe atérrense lo que dice: “…a la fecha, encuentra que el avance sería del 1% contra un programado del 87%.”
Igual que Hidroituango, cuando se pregunta por las multas y sanciones a los incumplidos, lo único que se escucha es un estruendoso silencio.
Igual que Hidroituango, algunas de las compañías principales del proyecto, en este caso las firmas extranjeras Hyundai y Acciona, han estado involucradas en graves escándalos de corrupción. En el caso de Hidroituango, la brasilera Camargo Correa, asociada conConconcreto y Coninsa Ramón H, ha tenido 40 ejecutivos detenidos en Brasil por corrupción, en Perú la fiscalía le embargó las cuentas y hasta hay expresidentes en problemas, uno de ellos fugitivo por sus andanzas con Camargo Correa.
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