28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Presidente Petro: el irrespeto a Chile no es la respuesta, sea humilde y piense en sus rectificaciones 

Orlando Arenas

Por Orlando Arenas Tamayo 

Sorprende la violencia verbal del señor presidente Petro por la decisión soberana del pueblo chileno, en abierto irrespeto a la dignidad de ese pueblo, libre, pensante y capaz de resolver sus problemas cuando, muy por el contrario, el presidente Boric en actitud que lo enaltece, reconoce el pecado de soberbia cometido y propone reemprender el camino corrigiendo las desviaciones del proyecto constituyente rechazado, dialogando e incorporando las aspiraciones de las mayorías democráticas chilenas. 

Nuestro presidente ahora se cree censor de los pueblos y olvida que también su elección fue por un margen muy estrecho y que si no sale a corregir a tiempo sus excesos de verborrea y populismo, si sigue en campaña y no empieza a gobernar, este país también se le va a calentar y la «Paz total» puede quedar reducida a cenizas si se pretende gobernar para minorías y cambiar el modelo económico con medidas estúpidas y de fuerza, como las tomadas en su momento por la «Constituyente» chilena en contra de la mayoría que se expresó en las urnas. . Debiera empezar por rotar sus ministros y no insistir en nombrar una filósofa para la Cartera de Minas, a un enemigo de la Fuerza Pública, como Ministro de Defensa, etc. Al paso que vamos, tendremos que enviar a los mineros a que enseñen filosofía en las universidades. 

En las calles se expone con frecuencia un razonamiento válido, según el cual, si es cierto y yo le creo señor presidente, que la vieja clase dirigente se robaba 50 billones de pesos cada año y usted acaba de relevar a esa «mano de chorros», cambiando a ladrones por honrados, por qué es necesaria la Reforma Tributaria que está defendiendo a capa y espada, como si el pueblo colombiano fuera estúpido y no pensara, en un razonamiento de simple lógica. 

Sus llamadas «Primeras Líneas» Dr. Petro incendiaron el país por la Reforma Tributaria defendida en el gobierno de Iván Duque, todo Colombia lo vio con Gustavo Bolívar alzando pancartas en contra y no piensa que otras primeras líneas saldrán a la calle a incendiar lo que falta para detener su reforma, por más que crea que el congreso y los partidos-todos con minúsculas- van a aprobarle dicho esperpento, con lo cual usted demostrará que el cambio no se va a dar, pues las medidas impopulares son las mismas y los objetivos de la camarilla de gobierno ahora, son los mismos de la de antes. 

Quiero un gobierno del cambio, que usted prometió para vivir sabroso como le hizo creer a Francia, su vicepresidenta y ella podría ser la primera inconforme con sus realizaciones. Basta un gobierno honrado para hacer efectivos los cambios, pero usted parece ir por otros senderos. 

Creo en los gobiernos serios y creo en las posibilidades de que haga usted un buen gobierno, pero la solución no es dar bandazos, estar trinando con soberbia y pretender consolidar en nuestra tierra experimentos totalitarios, que no tienen escenario en un país como el nuestro. 

Los inteligentes aprenden: espero que usted tome la lección de Chile, comenzando por la humildad que harta falta le hace.