14 octubre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Postulados “galanistas” son ejemplo desechado

Haga Click

Image Map

Por Claudia Posada 

En Colombia se ha derramado mucha sangre y han rodado muchas lágrimas de huérfanos, esposas y madres a quienes les han asesinado seres queridos. Lideres sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes firmantes de los acuerdos de paz, son la mayoría en la larga lista que duele a miles de familias y al pueblo colombiano. También son muchos los políticos que por diversas razones han sido víctimas de los distintos tipos de violencias que padece nuestro país. Desde cuando el 9 de abril de 1948 Juan Roa Sierra disparó tres veces su revolver asesinando al “Caudillo del pueblo”, Jorge Eliecer Gaitán, hasta el más reciente homicidio, el del Senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, son centenares las vidas truncas y las hipótesis sobre las causas que motivaron crímenes de tal vileza.

Este 18 de agosto se cumplen 36 años del magnicidio que enlutó a Colombia, las mafias del narcotráfico terminaron con la vida de Luis Carlos Galán Sarmiento, un hombre de profundos ideales políticos; su ideario inspiró importantes publicaciones, editoriales, libros y discursos escritos con la inteligencia de un político serio, culto y transparente. Es difícil que los analistas estudiosos de los acontecimientos que proceden de las esferas de poder, que hayan observado sin apasionamientos sectarios o tendencias partidistas a los personajes del ámbito político de los últimos 50 años, encuentren a otro que se asemeje al santandereano que aspiraba a la presidencia de Colombia por el Liberalismo oficial; superarlo en convicciones, luchas contra el narcotráfico y la corrupción, carisma y pulcritud en su lenguaje, muy difícil. Jamás en sus discursos, entrevistas o presentaciones públicas, usó palabras hirientes, calificativos ofensivos, ni hizo señalamientos injuriosos contra quienes pensaran contrario a él o pertenecieran a orillas distintas en la actividad pública.“Colombia vive una situación muy grave. Los demócratas, independientemente de las diferencias que tengamos, debemos identificar los temas esenciales que tengan que ver con la supervivencia del Estado colombiano, su sistema democrático y los principios fundamentales que lo inspiran”, dijo Luis Carlos Galán en el programa Al Banquillo en 1988, que recoge Señal Memoria. Así se expresaba Galán y sabíamos de qué hablaba pues sí que identificó los asuntos preponderantes para resolver en democracia y con gestión pública eficiente; temas muy complejos en condiciones adversas para quien proclamaba que “La fuerza del pueblo está en la conciencia de sus derechos. En la conciencia de sus deberes. En la comprensión de que Colombia está iniciando otra época histórica, y que para que en verdad haya un salto cualitativo en la interpretación del país, en el conocimiento de sus realidades y posibilidades, todo colombiano tiene una tarea por cumplir”.

Luis Carlos Galán Sarmiento fue de una fructífera trayectoria si nos referimos a los cargos importantísimos que ocupó desde muy joven; a sus 26 años fue Ministro de Educación, y no cualquier ministro, todavía tienen vigencia sus proyectos impresos en publicaciones que dan cuenta de la responsabilidad y compromiso con los que asumía todo encargo que se le encomendó. En materia educativa seguimos siendo atrasados e ignoramos propuestas que él motivó con serias argumentaciones. No es entonces simplemente que en su vida pública y desde joven haya acumulado altas posiciones gubernamentales, es la prelación que siempre dio a sus deberes por encima de apetitos burocráticos o ansias de poder para satisfacer ambiciones personales. Es la grandeza de un político con sensibilidad social, cercano a las necesidades de un pueblo. De posturas muy firmes contra el narcotráfico fue asesinado por sicarios contratados por carteles de la droga apoyados, según dicen informes que siguen siendo divulgados, por fichas clave que facilitaron el magnicidio. Además de haber estudiado derecho y Economía, fue destacado periodista. Trabajó en El tiempo y en la Revista Nueva Frontera, fue a través del periodismo como se dio a conocer por la dirigencia colombiana; se le consideró “heredero intelectual” de Carlos Lleras Restrepo, quien siendo presidente de Colombia le dio el primer cargo público, lo nombró miembro de la delegación colombiana a la Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo, en Nueva Delhi en 1969, tales fueron las características de excepcionalidad que vio en él.

La visión de Galán Sarmiento sobre la potencialidad de nuestro país, y las causas al igual que las limitaciones que impedían más progreso y mayor desarrollo, evidenciaban el compromiso político que fue trunco con su magnicidio el 18 de agosto de 1989. «Queremos una Colombia donde quepan todas las ideas y donde la discusión pacífica de los problemas colombianos sustituya a la violencia.»Enorme diferenciacon la gran mayoría en la clase política colombiana. Los que se regocijan con posturas agresivas, casi perversas y muy venenosas; los que incendian con información dañina, los que agudizan crisis con sus comentarios y promueven posiciones cargadas de rencor, nunca serán de merecida recordación como por siempre lo será Luis Carlos Galán. Triunfos que golpean a las clases menos favorecidas para satisfacer disputas egoístas, son celebrados por políticos que ni en lo más mínimo se parecen a lo deseado por Galán en lo que concierne al trabajo político; por eso decimos que es muy difícil que veamos a otro político como el hombre que nos tocó ver de cerca, al que oímos, al que seguimos; al que le son traicionados sus postulados por estos días cuando  algunos de aquellos quienes lo rodeaban en campañas políticas,  hoy, de su ejemplo, desecharon todo.