@petrogustavo
El primer ministro japonés Shigeru Ishiba renunció, precisamente cuando Petro y su gobierno celebraba unos acuerdos comerciales con él.
El presidente de Fenalco, Jaime Cabal, no desaprovechó la oportunidad para cantarle la tabla al primer mandatario.
Este es el mensaje:
Mientras el gobierno de Colombia celebraba que había hecho un “acuerdo comercial” con el primer ministro japonés, el primer ministro estaba ocupado renunciando a su cargo.
Esos son los resultados de una política internacional errática con viajes improvisados que solo responden al capricho del viajero y sin ningún resultado concreto para el país.
¿Será que la venta de 10 millones de toneladas de lechona en Osaka lo justifica?
Si quien dirige la política internacional está pensando en viajar, más que ninguno de sus antecesores, para caminar por los “parques” de París y leer al trasnochado Marx, es difícil que las cosas salgan bien para Colombia.
La tradición centenaria de seriedad de la diplomacia colombiana se perdió entre escándalos en cada viaje, cuentas alegres, delirios y cortinas de humo, mientras los cancilleres se suceden unos a otros, sin que muchos lleguen a entender cuál es su papel que, por supuesto, tampoco su jefe entiende.
Somos el hazmerreír internacional.
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