¿Por qué Frontino no hace parte de los municipios del Post-conflicto?

@frontinoant @IvanDuque

Nota: El Reverbero de Juan Paz recibió esta carta de una ciudadana de Frontino, preocupada porque este municipio no está incluido en los municipios del post-conflicto. Lean la carta:

En días pasados leí un corto pero esperanzador artículo publicado en El Reverbero de Juan Paz, mediante el cual indagaba al actual Alcalde del Municipio de Frontino, Jorge Hugo Elejalde, sobre los motivos por los cuales éste siendo uno de los más golpeados por la violencia en el Occidente Medio de Antioquia, no hace parte de los PDET o Municipios del Post-conflicto.

El Alcalde manifestó desconocer tales motivos al igual que muchos de nosotros, que más que habitantes somos víctimas directas de la violencia iniciada desde el año 1996 aproximadamente y hasta la fecha.

Meses después cuando todo sale a la luz pública y teniendo un poco más claros los parámetros que se tuvieron en cuenta para la inclusión de los otros 170, con tristeza, ya que la violencia jamás será motivo de orgullo, nos damos cuenta que el nuestro no tenía por qué haber sido la excepción.

Antes de continuar debo aclarar que no me mueve ningún fin político, también declaro que desconozco en su totalidad y no es de mi interés personal saber a quién o a quienes o por qué les desfavorezca a algunos, que en nuestro terruño desafortunadamente todos esos ejes que el estado tuvo como fundamentales para incluir los PDET se hayan cumplido macabramente y a cabalidad.

A veces he pensado que a Frontino habría que mirárselo como lo dicen algunos de “Cartagena” es decir que tiene dos caras, la bonita y la otra que ya sabemos cuál, es por eso que en estas líneas primero quiero agradecer a Juan Paz o el Reverbero, o Jairo León García Uribe, como le quieran llamar de cariño a este gran señor y a la Periodista Andrea Aldana, Cronista del Diario el Espectador, pues por fin alguien ya pensó en Frontino y con ellos me siendo más que agradecida, identificada.

Por lo anterior, aquello de las dos caras que mi pueblo también tiene, abusando de su confianza doctor Jairo León, es que me gustaría hacerles extensiva una invitación publica a ustedes, al señor Presidente de la Republica Iván Duque Márquez y al Doctor Emilio Archila, el consejero presidencial para la estabilización y la consolidación, y a todo su equipo de trabajo, a que se den una pasadita a observar, pero sobre todo a investigar y a escuchar de primera mano los relatos que aunque nuestros adultos ya entrados en confianza cuentan como historia, han dejado una gran brecha de pobreza, sufrimiento y dolor irreparable entre sus habitantes, tanto los del casco urbano al que siempre he visto como un espejismo, me refiero a la topografía y a la estructura porque allí también han sufrido y mucho, reitero lo de espejismo porque es suficiente ver su paisajística entrada de grandes letreros Villa tal y Villa tal, extensas pasturas verdes de propiedad de unos pocos, para crearse una imagen errada de lo que ocurre en realidad.

Ssu hermoso parque, su majestuosa basílica pareciera ser que allí nada sucediera, el relieve frontineño es realmente hermoso desde la herradura hasta la Cristalina en Murri. Son todos estos lugares un verdadero contraste pero muy alejado de nuestra realidad, o de lo que verdaderamente se vive en nuestras veredas allá en la ruralidad profunda.

Para no dejarnos engañar por el paisaje, la invitación de entrada sería por la otra ruta, que no es que sea fea, pero que si refleja mejor nuestra organización social, esa por donde lindamos hombro a hombro con Dabeiba nuestro hermano y vecino de infortunio, por la vía al mar Murindo, San Andrés, Montañón, Fuemia, Monos, Nutibara, La Blanquita, Carauta, Alto Murri también conocido como Mandé y su frontera con el Parque Nacional de las Orquídeas hasta llegar a la Encarnación ya en límites con el Municipio de Urrao otro que también cumple bien los requisitos, naturaleza viva, silvestre, agreste y divina, pero corredor bravo de toda clase de insurgentes que se la disputan, esa, esa es la otra cara de Frontino.

Como sé que tocar estos temas en estos tiempos y con aquellas gentes a las que les gusta guardar las apariencias ante el mundo, es en verdad complicado y hasta peligroso, antes de mencionar uno por uno los ejes, bastaría solo con hacer una exhaustiva revisión de archivos, digo, contando con suerte y que estos no hayan sido alterados ya, deberían ser cotejados tanto con los del Hospital María Antonia Toro de Elejalde, como con los de la Inspección de Policía, la Personería Municipal, la Fiscalía Seccional y demás entidades para tener certeza de los miles de vejámenes a los que la población Frontineña con todas sus veredas y corregimientos nos hemos tenido que someter durante tantos años.

Juiciosa con relación a los temas de los ejes de selección de los municipios PDET, y consiente de que si solo a ellos nos acogiéramos estoy completamente segura la mayoría de los Municipios de nuestro país tarde, o temprano tendrían que ser reconocidos como tal, comprendo que fueron los siguientes, primero: mayor índice de pobreza, tenemos en Frontino pues, campesinos y comunidades indígenas en especial no como lo sugiere el eje con el vocablo “mayor” nuestra realidad es otra, en la mayoría de nuestras veredas lo que hay  es familias en “extrema pobreza”, de lo contrario ¿como se explica que se presenten tantos casos de desnutrición infantil y que hayan muerto niños por este mismo flagelo?, claro todo esto lo han venido disfrazando en el caso de los Embera Eyabida con la mal comprendida palabra “cultura”, aún a mis años no he logrado asimilar  qué de cultural hay en que un ser humano, sea de la etnia que sea, muera de física hambre; reitero no pretendo con esto irme en contra de ninguna administración en especial pues los índices de pobreza son demostrables aquí hace ya muchos, muchos años, se han visto reflejados en la poca inversión en el campo, un municipio que no invierte en mejoramiento de caminos y carreteras, en  insumos e incentivos, para que sus campesinos puedan producir mínimamente para su sustento y el de sus familias, aunque lo ideal sería exportar, teniendo ya la vocación cafetera y panelera en especial, es definitivamente pobre.

Segundo: presencia de economías ilícitas, de no existir este tipo de actividades, tampoco tendrían por qué algunos de nuestros principales corregimientos ser objeto de constantes enfrentamientos, disputas territoriales y muertes violentas aun en la actualidad, ni tendrían tampoco por que caer así de la nada unas avionetitas cargadas con drogas, sin haber podido avanzar mucho en su vuelo o destino, esto sin mencionar el alto consumo de sustancias psicoactivas en gran parte de la población en especial niños y jóvenes de nuestro municipio.

Tercero: Debilidad institucional, es perfectamente comprensible que al ser el segundo Municipio más grande del occidente después de Dabeiba, la distribución de los recursos sea austera, situación por la cual falta mucha inversión social, la verdad es que no estamos precisamente ubicados sobre la ruta de la leche, o la del sol, o en cercanías con el Area Metropolitana nada de eso, esto es el occidente lejano, pues de sus nueve corregimientos a esta fecha apenas si uno, o dos, medio se levantan de las fuertes asonadas, asesinatos, secuestros y desplazamientos, en los demás se hace tan evidente la desolación y el abandono, no hay una sola vía pavimentada del casco urbano hacia adentro es decir, hacia donde está el verdadero Frontino, el de los resguardos indígenas, el de las comunidades Afro el de los campesinos pobres quienes con mentiras algún día nos dejamos engatusar y ahora somos poseedores también de uno de los elefantes blancos más absurdos y deprimentes del país, la debilidad institucional se ve así, a flor de piel, no en el casco urbano al que se llega por Chorodó, sino en el rural al que se llega por las partidas de Murindó, solo entrar al corregimiento de Nutibara y observar esa vieja edificación de casas para la población desplazada que lleva en espera de ser terminada hace ya más de nueve años, se dice todo.

La presencia estatal en las veredas delegada toda en tan solo la persona de un maestro ese héroe de primaria, ese al que le hacen faltan tantos materiales para poder desempeñar su labor.

Cuarto: el conflicto armado el eje fundamental, ni para que entrar en sus detalles que solo nos causan más dolor, y aquí todos lo hemos conocido, este lo hemos sufrido y padecido con todas sus bajezas y en todas las presentaciones que han ido desde: masacres, homicidios individuales y selectivos, desplazamientos individuales y masivos, falsos positivos, tomas y/o incursiones tanto guerrilleras como de los paramilitares, secuestros, reclutamiento de menores, amenazas y extorsiones, en fin toda clase de violaciones a los Derechos Humanos.

Frontino, mi pueblo, es tan diverso, cuenta con todo tipo de topografías y en especial de poblaciones, todos convivimos aquí, en su mayoría y sin querer ahora solo nos quedan las viudas, los huérfanos, y toda clase de dolientes, padres, madres que lloran a sus hijos quienes ya no están injustamente.

Agradecida por leer estas torpes reflexiones, señor Director, amigo Juan, que con ese seudónimo que se atribuyó a lo único que invita es a la verdadera Paz, hoy día junto con un grupo de mujeres cabeza de familia, víctimas de la violencia y carentes de todo tipo de oportunidades, quienes no pretendemos en ningún momento ser líderes  de nada ni cosa parecida, pues esos heroísmos en estas tierras de nadie no se pueden ejercer, solamente nos permitimos agregarle otras a su inicial pregunta, para que lleguen a quien pueda hacer lo pertinente, ¿por qué no gestionar la inclusión de Frontino en los PDET?, ¿por qué ocultar la realidad?, no ha ocurrido acaso en repetidas ocasiones que la acción de “ocultar” se ha convertido en sinónimo de “permitir”?, ya no queremos que nuestros niños pregunten mas ¿mamá por qué hay tantas casitas caídas, o de que murió mi papá; otro día, una de ellas de esas mujeres valientes y emprendedoras de mi pueblo me cuestionó más aun, ¿amiga, entonces pusimos los muertos, quedamos con las almas y los pueblos destruidos, expusimos la vida en medio de la confrontación armada, no hay fuentes de empleo alguno para nosotras, ni para los hombres que quedaron y ahora no hacemos parte del post-conflicto? ¿Cuántos muertos más habríamos necesitado para ello?

No supe que responder.