19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Populismo y vulgaridad

 

Por Darío Ruiz Gómez (foto)

El tema del populismo reclama la atención del  pensamiento  político  desde hace unas décadas  en que éste  se ha ido camaleonizando bajo diferentes retóricas,  aprovechándose del vacío ético creado por la debilidad de los llamados Partidos tradicionales, del descrédito  de los políticos, un vacío de contenidos  democráticos llenado ruidosamente con muchas de las consignas y las estrategias de movilización  arrebatadas a la izquierda histórica, la cual, burocratizada, terminó por olvidarse de la defensa de ese pueblo al cual invocaron para enarbolar las banderas de la “revolución”, esa clase obrera que  terminó por ser convertida en un slogan publicitario  para esconder  su traición, y continúan siendo, sin embargo,  el pueblo, las etnias olvidadas, manipuladas hoy por otros intereses. Cabe entonces preguntarse ¿A quién representa el populismo de los Sindicatos, un grupo de privilegiados personajes que como en el caso de Colombia fueron incapaces de defender los contenidos históricos de la clase obrera y solamente se han valido del populismo para chantajear en beneficio propio a los gobiernos de turno? Fue Marx quien advirtió de los peligros que entrañaba para los intereses del proletariado estas dirigencias sindicalistas. Estos mismos peligros los señaló respecto a la trampa mortal que para su imagen del revolucionario supone el aburguesamiento. (Lea la columna).