19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Poca cosa

carlos alberto

Por Carlos Alberto Ospina M. 

Sacar a la vergüenza al Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, para imponerle la sanción del escarnio público a causa de su show mediático al estilo de pregonero de una supuesta pronta justicia que, es la excepción, y no, el patrón del sistema penal acusatorio, en el cual reina la impunidad y la ineficacia del aparato judicial.  

Raya con la ridiculez y la inconveniencia autoproclamarse adalid mayor del esclarecimiento del asesinato de Mauricio Leal. Cierto que, Jhonier, hermano del peluquero, confesó el crimen en virtud de los indicios hallados por el fiscal del caso y la previa negociación con el Ministerio Público. “Otra cosa es con guitarra” al momento que, Francisco Barbosa, está en la obligación de responder con idéntico entusiasmo, operatividad y énfasis; a las víctimas de miles de crímenes atroces, cuyos expedientes reposan en los anaqueles sin castigo.   

Barbosa, el fiscal general, es experto en pasar de agache delante de los hechos que no permitan el lucimiento de su ego u originen primeras planas o hagan ruido en las redes sociales. La actitud arrogante no corresponde a los resultados generales de su gestión y tampoco a los hechos fácticos de las indagaciones estancadas. 

Salir a declarar con bombos y platillos que el crimen “se resolvió en 20 o 25 días” (Sic) no pone los pelos de punta a nadie ni siquiera a la adulta mayor Amparo Grisales; al contrario, ratifica la expresión popular relacionada con que ‘la justicia es para los de ruana’. Con su excesivo engreimiento, el fiscal Francisco Barbosa Delgado, olvida la norma fundamental de la igualdad ante la ley sin discriminación por corte de pelo, fama o resonancia de los hechos en los medios de comunicación que, dicho sea de paso, trató de ignorantes que “deben estudiar… y no hacer preguntas tan desafortunadas” (Sic). Al respecto, en algo tiene razón el representante del ministerio público, el homicidio del peluquero Mauricio Leal tuvo más despliegue e importancia que las masacres y los atentados terroristas. ¡Pan y circo como siniestro recurso de distracción! 

Similar espectáculo propaga la Jurisdicción Especial para la Paz por medio de la divulgación de diferentes versiones de los involucrados en el conflicto armado colombiano. Desde que comenzó a funcionar la JEP en 2018, poca cosa ha significado para las víctimas; el Sistema Integral de verdad, justicia, reparación y no repetición. ¿Cuándo veremos las sentencias y las sanciones efectivas a los autores de crímenes de lesa humanidad? ¿Será requisito oficioso presentar un Macrocaso de barberos famosos acuchillados? 

El petulante punto de vista del Fiscal General de la Nación y las irresoluciones de la JEP son conquistas pírricas en un país repleto de culpables libres, corruptos cínicos, asesinos con curules en el Congreso y jueces vendidos; candidatos a la presidencia violadores de los derechos humanos y pedófilos decretando la diversidad de género; guerrilleros y paramilitares dueños del negocio de las drogas ilícitas; expertos en contratación pública que ‘desconocen’ el conflicto de intereses y legisladores traficantes de alucinógenos; abusadores de niños y adolescentes al frente de campañas contra el maltrato infantil; proselitistas dedicados al lavado de activos y artistas porno adelantando campañas de alfabetización; cocaleros, minorías étnicas e indígenas metidos en el mismo saco de la ilegalidad; empresarios especuladores y empleados igual de indecentes; ex secuestrados con el síndrome de Estocolmo y defensores de los animales en pro del aborto; periodismo de trinchera y enfoque banal de la información; autoagresión de sectores extremistas para atenuar el efecto de las acciones violentas contra la población civil; horda de ilustradores morales en época de elecciones y animales políticos en proceso de metamorfosis durante el tiempo de gobierno; socialistas adoradores de los bienes de consumo y de capital; feria de contratos, conductas mitómanas y alcaldes ineptos a las puertas de la revocatoria; jugadores de fútbol profesional inmóviles en la cancha a raíz de la tabla de premios e Higuita mostrando su nivel de conocimientos con la frase de “a los árboles con piedras no le tiran mangos”; entre un sinfín de redimidos de la vejación. 

A esta realidad no aplica a la frase corriente de cosa no Vista.