20 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Otra historia detrás de la verdad

El Reverbero de Juan Paz ha venido siguiendo muy de cerca, a través de abogados, asesores, familiares y otras fuentes de alta credibilidad tanto colombianas como norteamericanas, todo el proceso penal que sobrevino con ocasión de la repartición de la herencia de los bienes del destacado industrial antioqueño don Alfredo Díez Montoya.

Pues bien, una vez falleció Díez Montoya en Miami, su hijo mayor Alfredo José (foto) y su nieta Tatiana María (foto), mintieron ante una corte federal de La Florida, EE.UU., solo con la intención de no denunciar los bienes del causante en Colombia, para cuyo efecto se tramitó la sucesión en nuestro país con un testamento falso e inexistente, ulteriormente declarado válido por las dos instancias de la Fiscalía General de la Nación dentro del proceso 1057275, en circunstancias que ya son investigadas por las mismas autoridades judiciales.

En el verdadero testamento y en la declaración de fiducia del finado industrial en el país del norte, los atrás mencionados fueron nombrados como Trustee (sucesores fiduciarios) y no como dueños de sus bienes, entre otras, de las 54 millones de acciones de BANCOLOMBIA, las cuales fueron adquiridas con la venta de la participación del pater en la empresa RAYOVAC, vendidas en octubre de 1999, cuya sociedad R.L. ACCO Ltd fue cancelada en VBI solo en el mes de septiembre de 2016 por Querube Castillo de Nuñez, vinculada a los Panamá Papers, tesis que nunca compartieron las instancias instructivas del proceso penal.

Pues bien, lo que hace este caso tan sencillo, es que para desenredar la madeja solo se necesitaba una sola prueba, óigase bien, una sola: el contrato de la venta de RAYOVAC, porque con ése quedará demostrado el verdadero origen y propiedad de los fondos utilizados para la enajenación del multimillonario paquete accionario de BANCOLOMBIA, muy diferente al que Alfredo José presentó en su momento ante la Fiscalía 237, ya que aquél resultó incompleto, cuyo cabal instrumento fue obtenido por abogados norteamericanos directamente de la Securities and Exchange Commission (SEC).

La denuncia de extinción de dominio presentada por los denunciantes hace unos días en Bogotá, además de la aportación del mencionado contrato, lleva ínsita una medida cautelar frente a las acciones de BANCOLOMBIA, CODISCOS y PILAS TRONEX, además de la petición de declaración del abogado norteamericano Richard Doyle Jr., con el fin de develar la historia escondida detrás de la verdad.