29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¡Oh libertad!

Por William Fernando Yarce 

Ha costado tanta sangre la lucha de muchos por ser libre como también ha costado muchas vidas la lucha por no dejarla desbordar y llegar a la anarquía 

El ejercicio de la libertad legítima la protesta. El ejercicio de la libertad lleva en sí mismo el virus de tener que establecerle límites 

Ser libre es una aspiración esencial del ser humano. Ser libre no es carecer de límites porque todos tenemos el 

Mismo derecho a ejercer nuestra libertad 

La expresión y la comunicación de las ideas es esencial a la libertad. Los medios de comunicación y Las redes sociales se prestan para que en aras de la libertad se diga y se desdiga. Se alabe o se condene. Se insulte o se calumnie. ¿Es eso un legítimo ejercicio de la libertad? 

Las nuevas generaciones reclaman libertad para amar o para odiar, para cantar o para gritar, para marchar o para vandalizar, para vivir o para golpear, para reclamar o para bloquear. ¿Y dónde queda la libertad de los otros? 

Lo que está sucediendo en Colombia nos está demostrando que la libertad nos quedó grande, que nos superó y no hemos sido capaces de entender algo que todos deberíamos tener muy claro y que hace rato está en nuestro escudo: LIBERTAD Y ORDEN 

No pueden existir separados como condición para que puedan ser verdad y realidad.