Por Elizabeth Mora – Mass
Los analistas afirman a voz en coro que el comité confirma que los progresistas de extrema izquierda se han apoderado de Nueva York y que la orden de Mamdani, la cara visible del poderío de la izquierda, comandada por el senador Bernie Sanders y la congresista Alexandria Ocasio Cortez, AOC, lo que busca es eliminar a los moderados de las listas demócratas, comenzando por California y Nueva York.
Según aseguran los expertos políticos, en toda la nación por lo menos 20 representantes demócratas y cuatro senadores demócratas federales–todos ellos moderados– son víctimas de las ambiciones de la insurgencia de ultra izquierda, cuyos miembros los están desafiando desde ya en las primarias, apoyados por los Super PACs que Sanders y AOC abrieron con este propósito.
En todas sus presentaciones mediáticas y en sus redes sociales Sanders, AOC y, desde que fue electo, Mamdani confirman que están enfocados en “depurar” el partido demócrata, al punto que la no inclusión de Schumer en el Comité de Consejeros de Mamdani, así lo confirma.
Schumer pasó de ser la tercera persona más poderosa de la administración Biden, a ser un político tan debilitado que muchos dudan si se presenta a la reelección en 2026.
Otro caso digno de analizar es el del representante Dan Goldman a quien el actual contralor municipal Brad Lander le quiere quitar el cargo.
Goldman, un antiguo fiscal de Nueva York, fue mancorna del entonces representante Adam Schiffer para realizar el primer impeachment contra Donald Trump.
Los analistas dicen que Goldman ha propuesto subir los impuestos a los millonarios de toda la nación mediante una ley federal, es uno de los grandes defensores del Obamacare y no cesa de fustigar a Trump por sus excesos en contra de los inmigrantes.
Sin embargo, en los programas políticos y económicos de la nación, los expertos alegan que Goldman tiene dos pecados imperdonables para los progresistas de ultraizquierda: haber nacido rico y ser un defensor público de Israel.
En cuanto a Menin, los analistas dicen que Mamdani tuvo que sacarla por ser judía (y defender a Israel) y moderada, ambas condiciones no tienen cabida en los objetivos del nuevo burgomaestre.
Espaillat y Torres también están amenazados
Por otro lado, en Nueva York, los representantes Adriano Espaillat, Richie Torres, Gregory Meerks, Grace Meng y Laura Guillen también están sufriendo los latigazos de la insurgencia ultraizquierdista.
Espaillat no sólo ha sido el primer dominicano en salir electo representante a la Cámara, un baluarte demócrata del Bronx, sino que es el portavoz del Caucus Hispano del Congreso de Estados Unidos, lo que le da un relieve de mucha importancia.
Pero, Darializa Avila Chevalier, una organizadora comunitaria, quiere su silla congresional y está siendo impulsada directamente por AOC, por lo que el futuro de Espaillat no es tan claro como parecía hace un año.
Igual pasa con Torres, Meeks, Meng y Guillen. Los pupilos de AOC quieren reemplazarlos con el visto bueno de la tripleta que dirige la insurgencia ultraizquierdista.
Jeffries se salvó de milagro. Mamdani tuvo que intervenir en forma directa para aplacar las ambiciones del concejal Chi Ossé, un progresista que representa a Brooklyn, al negarle su apoyo.
Por lo anterior, Nueva York tendrá un difícil futuro. Desde ya se predicen los altos costos que la ciudad tendría que pagar por el despido masivo de 400 funcionarios, ya que muchos de ellos, demandarían al ayuntamiento y a los recortes federales que se avecinan.
Se da por descontado que, con o sin Donald Trump, será difícil conseguir los fondos federales que se necesitan para cubrir los 17 billones de déficit que la agenda Mamdani va a generar.


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