
Por Javier Hoyos Arboleda (Foto)
Los resultados suministrados por el DANE para el mes de junio muestran las siguientes características del mercado laboral, no sin antes recordar que el crecimiento económico del primer trimestre del año pasado fue del 0,3% y del segundo trimestre, 1,7%; mientras que el primer trimestre de este año fue del 2,7%, y mayo y junio van con un ritmo del 2%.
Adicionalmente, ha habido un buen crecimiento en el valor de la cosecha cafetera, en el valor de las remesas, y tenemos un mejor desempeño en la inflación y en las tasas de interés.
El empleo aumentó entre junio de 2024 y junio de 2025 en 831.000 personas (491.000 mujeres y 340.000 hombres). Por posición ocupacional, el empleo cuenta propia creció en 443.000; el rubro obrero y empleado particular, en 305.000; jornalero o peón, en 144.000; obrero, empleado del gobierno, en 110.000; y servicio doméstico, en 27.000. (Ver cuadro 2).
Por sectores económicos, los de mayor crecimiento fueron: la industria manufacturera, 316.000; la administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana, 241.000; el suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos, 137.000; las actividades profesionales, científicas, técnicas y servicios administrativos, 112.000; y el comercio y reparación de vehículos, 106.000. (Ver cuadros 3)
El empleo en las mujeres creció a mayor ritmo que el de los hombres: 5,2% vs 2,5%. Sin embargo, la tasa de desempleo sigue siendo más alta en las mujeres: 10,8% vs 6,9%.
Según el DANE, la informalidad cayó en el total país, pero aumentó en las ciudades. A junio, en los centros poblados y zonas rurales, la informalidad fue del 83,3%; en el país, del 55,1%; y en las 13 principales ciudades, del 42,1%. (ver gráfico 3).
La tasa de desempleo en el país bajó del 10,3% a 8,6% por un mayor crecimiento en el empleo, 3,63%, frente al número de personas que salieron a buscar trabajo, 1,68% (fuerza de trabajo). Es de destacar que la presión laboral (personas buscando empleo) fue mucho menor en los centros urbanos: 0,55% vs 1,68% (ver cuadro 1).
En las 13 principales ciudades, durante el último año, sólo 68.000 personas buscaron trabajo, lo que ayuda a que la tasa de desempleo no sea mayor. Hay que estudiar las razones de la baja presión laboral: ¿emigración?, ¿se retiran para estudiar? ¿mejoran las condiciones de la unidad familiar?, ¿entradas y salidas temporales a los oficios de hogar?, ¿retiro del mercado laboral al no encontrar oportunidades adecuadas?, ¿desisten de la búsqueda de trabajo por no encontrar empleo?, ¿en qué casos estaríamos en presencia de desempleo oculto? (Lea el boletín).
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