Por Juan Fernando Guerra Uribe
Hoy se juega el clásico 329 entre el Deportivo Independiente Medellín y Atlético Nacional sin hinchada visitante después de 7 años.
En el 2016, Árbol visual y Ocho & Medio, dos empresas audiovisuales y RedPepper Agency una agencia de publicidad de la cual hago parte, nos unimos para hacer contenidos sobre el fútbol en paz.
Nuestra premisa era que desde lo privado podíamos liderar iniciativas de ciudad sin esperar siempre a que el estado sea el que marque la agenda. Se vivían en ese entonces enfrentamientos entre las dos hinchadas de la ciudad, con personas heridas y muertos. En varias reuniones concluimos que en la ciudad más innovadora no nos podíamos matar más por una camiseta.
Todos futboleros, hinchas de Medellín y Nacional, nos reuníamos a ver los partidos, hacíamos bromas pesadas sobre los otros equipos, pero siempre estuvo por encima el respeto por el otro. Nos diferenciaba el color, pero mucho más nos unía el espectáculo. Íbamos al estadio y disfrutábamos juntos de la alegría del fútbol. ¿Pero por qué no irradiar está alegría a todos?
Paralelamente la Alcaldía de Medellín, con el Inder y la secretaria de Cultura iniciaron también toda una campaña para vivir el fútbol en paz, el fútbol cuenta con vos.
Nuestro colectivo lo llamamos El CLÁSICO, historia de una pasión. Nuestro primer evento en el primer clásico fue un asado con hinchas de los dos equipos, hicimos un video que rápidamente se viralizó y en esos comentarios veíamos como hablábamos positivamente de convivencia, de compartir, de disfrutar y de rodearnos de la alegría que nos trae el fútbol.
Luego vinieron más clásicos y más contenidos, nos hicimos visibles y logramos, en compañía de la Alcaldía de Medellín en la cabeza de Federico Gutiérrez, el INDER, la Secretaría de Cultura de Medellín, la Secretaría de Seguridad y convivencia de Medellín y la ONG norte americana ACDI VOCA, hacer un engranaje que hizo posible vivir los clásicos en paz con las dos hinchadas. Un hito para el fútbol en Colombia. Quizás eso fue lo que nos hizo a grandes como ciudad en su momento: tener sueños colectivos comunes.
Logramos unir las dos barras tradicionales de la ciudad, hacer procesos sociales, capacitaciones y lo más hermoso: que juntos, uniendo sus instrumentos musicales, sonarán en una sola melodía.
El clásico no solo se vive en el estadio, se vive también intensamente en las comunas, en el barrio, en la tienda, en el bar, en nuestras casas, con nuestros familiares, amigos, con el que tenemos al lado, el clásico es la historia de una pasión.
Video de clásico en paz.
La ciudad ha perdido en estos últimos casi 4 años su belleza, su sentido de pertenecía, su confianza en las instituciones, pero quizás lo que más duele es que hoy, es ver como la ciudad, perdió su alegría.
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