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Pese a que el expresidente Uribe ha hecho varios llamados para que los precandidatos del Centro Democrático limen asperezas y no envíen esos mensajes de desunión, la situación no está fácil.
Por el contrario, los senadores María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra continúan inconformes por la estrategia del senador y precandidato Miguel Uribe.
Las divisiones han crecido de cara a la elección del aspirante de ese partido a la presidencia para las elecciones en 2026.
En la tarde de este miércoles los senadores inconformes con Miguel Uribe sostuvieron un segundo encuentro en las instalaciones del Congreso de la República para discutir estrategias electorales.
El senador ha organizado dos actos masivos en Bogotá y Medellín, además de realizar una intensa promoción en redes sociales.
La senadora Paloma Valencia puso un trino con el slogan de Uribe, “Mano firme, corazón grande”, y la foto de los cuatro inconformes.
La congresista Paola Holguín también publicó una imagen de los cuatro precandidatos con un representante del Centro Democrático de Tumaco, Nariño, con este mensaje: “El director del Centro Democrático en Tumaco es un hombre valiente que lucha por su municipio y su región; muy enriquecedora la conversación sobre los dolores y sueños de la comunidad en la perla del Pacífico”.
Aunque desde la campaña de Miguel Uribe se afirmó que contaba con el “apoyo mayoritario” de los líderes políticos de Antioquia, una región clave para el uribismo, los otros precandidatos desmintieron esta afirmación, insistiendo en que aún no se ha tomado una decisión definitiva sobre a quién apoyar.
Y Andrés Guerra escribió en sus redes: “Eso destroza el camerino, lo vuelve cenizas. Unidad igual victoria”.
En su momento y frente a la estrategfia de Miguel Uribe, María Fernanda Cabal escribió: “Uno tiene que ser respetuoso con el partido, que dé ejemplo de austeridad, no podemos hacer lo que reprochamos en otras campañas. La plata se tiene que respetar”.
Aunque en esta ocasión ninguno hace referencia a las molestias con Miguel Uribe, la sola cara de alegría y los mensajes que envían de ignorarlo es una clara demostración implícita de que las cosas andan mal, muy mal…
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