19 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Lucio Chiquito, emblema de la ingeniería colombiana

Por José Hilario López A.

Tengo la fortuna de haber contado por muchos años con la amistad del ingeniero Lucio Chiquito Caicedo, quien ya más que centenario sigue aportando conocimiento a su especialidad la ingeniería hidráulica, sector éste donde ha ejercido como consultor pionero y profesor durante cerca de 75 años, desde su regreso de Inglaterra, donde cursó estudios de posgrado, después de haberse graduado como ingeniero civil y de minas en nuestra gloriosa Escuela de Minas.

La historia del doctor Lucio, como todos respetuosamente lo llamamos, es una rica fuente que explica los orígenes de la ingeniería colombiana y la gestación de las industrias textil y cerámica en Antioquia, como en primer lugar me propongo mostrar en este corto escrito homenaje a mi maestro.

Por coincidencia, fue en la Universidad Victoria de Manchester, a donde en 1944 llegó Lucio Chiquito para adelantar sus estudios de especialización, donde le fue asignado como tutor el mismo acudiente que habían tenido Carlos J. y Hernán Echavarría, pioneros, en su orden, de las industrias textil y cerámica en Colombia.

Una vez terminados sus estudios en Manchester, Chiquito fue contratado en Londres como ingeniero por la firma consultora Alexander Gibb and Partners, la misma que había hecho un primer diagnóstico, por cierto, con concepto desfavorable, al propuesto y después desafortunadamente ejecutado, drenaje de las Bocas de Ceniza, así como los primeros diseños de la Central Hidroeléctrica de Betania realizados en 1945. Con esta información se puede colegir que Inglaterra, en plena Segunda Guerra Mundial ya anticipaba el potencial hidroeléctrico de Colombia y con este propósito el Consejo Británico seleccionó a Chiquito como su primer becario para liderar la futura ingeniería de consulta en Colombia, empresa que éste cumplió a cabalidad, pero no para beneficio del imperio británico, sino para su propio país, tal como veremos enseguida.

Una vez de regreso a su nativa Cali, nuestro ingeniero se vinculó a Chidral, la empresa pública vallecaucana dueña y encargada de los estudios de la Central Hidroeléctrica del Río Anchicayá, y posteriormente vino a Medellín para fundar y vincularse a EPM como ingeniero de los desarrollos de la cuenca del Río Grande (norte del Departamento de Antioquia) y de los ríos Nare-Guatapé (oriente del Departamento de Antioquia). Allí se reencontró con su antiguo discípulo José Tejada con quien empezó a madurar la idea de fundar una oficina de ingeniería de consulta, que apoyase a EPM en sus proyectos hidroeléctricos, empeño este que recibió todo el respaldo del ingeniero Oscar Baquero, entonces primer gerente de la naciente EPM. Esta oficina fundada en 1955 con el nombre de Integral Ltda, a la cual Chiquito y Tejada llamaron a participar como socios a los también ingenieros, Ignacio Arango, Leonel Calle, Josué Gutiérrez y Oscar Mejía, firma ésta que llegó a ser junto con Ingetec en Bogotá, una de las dos primeras empresas de ingeniería de consulta y de interventoría colombianas, fruto del trabajo visionario de Lucio Chiquito y compañeros en Medellín, y del ingeniero Carlos Ospina en Bogotá.

En 1971, Chiquito junto con los ingenieros Ernesto Bacci, Ignacio Cano y Guillermo Henao se separó de Integral para crear Sedic, firma que ha llegado a consolidarse como otra gran empresa de ingeniería colombiana, una de cuyas grandes realizaciones ha sido la Central de Betania, primer aprovechamiento hidroeléctrico del río Magdalena. Siguiendo su misión como académico, en 1978, Chiquito, junto con otros distinguidos colegas, fundó la Escuela de Ingeniería de Antioquia.

En mayo de 2015 la prestigiosa revista londinense Water Management. Proceedings of the Institution of Civil Engineerspublicó un interesante artículo del ingeniero Chiquito, reseñado por el también ingeniero Darío Valencia Restrepo como una contribución de mérito internacional, en el cual, se incluye un original procedimiento matemático que permite determinar para un sitio específico de un río “el punto óptimo en la curva de regulación y con ello definir, con base en consideraciones físicas y económicas, el tamaño apropiado del proyectado embalse”.

Por otro aspecto, el ingeniero Chiquito, con base en su experiencia en la conceptualización de las cadenas de aprovechamientos hidroeléctricos de las cuencas de los ríos antioqueños Riogrande-Guadalupe-Porce y Nare-Guatapé, presenta una visión prospectiva para el aprovechamiento del río Cauca mediante embalses reguladores, dispuestos de manera escalonada entre las poblaciones de La Virginia (Departamento de Risaralda) y Cáceres (Norte del Departamento de Antioquia).  

En estos momentos, a la edad de 104 años, Chiquito acaba de presentar su tesis doctoral a la Universidad Victoria de Manchester, la misma universidad donde hace 75 años obtuvo su maestría en ingeniería, un estudio de gran actualidad para un país tan rico en recursos hídricos, como lo es Colombia, intitulado “Determinación del caudal óptimo de un rio desde el punto de vista económico”.Sobre su tesis doctoral el Doctor Lucio dice textualmente: Mi tesis consiste en determinar la cantidad máxima de agua que se puede sacar económicamente de un río para generación de energía, o para cualquier otro propósito”. 

Sea este modesto escrito un sentido homenaje al gran ingeniero y maestro de maestros de varias generaciones de profesionales, que hemos tenido el privilegio de contar con sus luces y guía bondadosa en el cumplimento de nuestro lema de vida “Trabajo y Rectitud”, legado del ingeniero Juan de la Cruz Posada y consolidado por nuestro padre fundador Tulio Ospina, como emblema de la Escuela de Minas, hoy Facultad de Minas-Universidad Nacional Sede Medellín.