Los Susurros de Kico Becerra

Por Francisco Becerra 

Entre más conozco países, más aprecio el paraíso en que vivimos.  Esto me puede causar rechazo por parte de quienes permanentemente pregonan que esto es el infierno.

Voy a explayarme un poco sobre este polémico tema.  Donde viajo, la gente está inconforme con el gobierno, se queja de la corrupción en el manejo del Estado y del costo de la vida.

Aunque parezca mentira, no conozco la primera ciudad que no tenga trancones y cuyos ciudadanos no se quejen de las congestiones.  Incluso las que tienen metro protestan por la cantidad de gente que ocupa los vagones de esos trenes.

En todas partes previenen al turista sobre los robos callejeros, claro que, sobre el tema de los celulares, aquí somos campeones.

El mundo está lleno de personas que viven en la calle.  Se ven los mal llamados desechables por doquier, exceptuando los países de regímenes conocidos como “dictaduras democráticas”, que tienen penalizado el “vagabundeo” y por eso nadie sabe dónde están.  Pero que los hay, los hay.

Resumen:  En todas partes hay graves problemas.  Se palpa un desasosiego ciudadano y una inconformidad con su diario vivir.  Quizás sea por el mundo de Internet, que crea grandes aspiraciones.

Es muy interesante que hasta en un país como Cambodia la mayoría de la gente tenga celular.  Igual sucede en Vietnam y Tailandia.  El mundo está hoy interconectado y eso creó el nuevo planeta sin fronteras.

Partiendo, pues, de que en todos los países hay una ebullición causada, entre otras cosas, por el cambio que empieza a producir la inteligencia artificial, Colombia es un gran lugar para vivir.

La alegría, amabilidad, espontaneidad, capacidad de trabajo, libertades democráticas, nuestros paisajes verdes, cielos azules, comida deliciosa y la fusión genética de varias razas hacen de Colombia un país encantador.  Con problemas como en todo el mundo, pero maravilloso.

Reitero sin ambages:  Entre más conozco mundo, más valoro nuestro terruño y admiro cómo hemos progresado, muchas veces sin darnos cuenta.

Ñapa:  Me dirán algunos que este régimen nos está destruyendo y tengo que contestar:  (Sabiendo todos que no soy nada adepto a este desgobierno), este gobierno nos ha servido para conocer lo fuertes que son nuestras instituciones democráticas y, en menos de ocho meses, tendremos oportunidad de cambiar de rumbo.  Hecho que no sucede en medio planeta dominado por poderes casi imposibles de remover.

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