
Por Francisco Becerra
Por fin cumplí el propósito de venir a la bahía de Ha Long, en Vietnam, una de las maravillas naturales del mundo.
Llegando por Hanoi, capital política de la República Comunista de Vietnam, con 10 millones de habitantes y 8 millones de motos, empieza a sorprenderte con su espectacular aeropuerto y el puente de 4 kilómetros sobre el río Rojo.
Vietnam recibe 18 millones de turistas al año. Se considera uno de los países más seguros del mundo y el comunismo solo se nota en la bandera roja con la hoz y el martillo, al lado de la roja con estrella amarilla al centro. Por lo demás, es capitalismo puro: tiendas privadas, fábricas privadas, urbanizaciones privadas, al estilo China. Un pequeño detalle: pena de muerte a los funcionarios corruptos.
Ha Long se navega en barcos de turismo con todas las comodidades, donde se pasa una noche viendo estrellas y se puede bañar en unas aguas espectaculares. Todas las montañitas de las 1.969 islas parecen una pintura china. Solo viniendo se puede describir este encantador lugar de la tierra.
El guía vietnamita aprendió un muy buen español en Cuba mientras estudiaba medicina. Me explicó la diferencia entre Cuba y Vietnam: en Cuba se vive el comunismo de la antigua Unión Soviética; en Vietnam, el comunismo capitalista chino. Aquí el que no trabaja no come. En Cuba, nadie quiere trabajar, esperando apoyo del gobierno.
Les seguiré contando de Vietnam para generar sana envidia. Solo les dejo este mensaje: Si pueden, no dejen de venir a Ha Long Bay.
Ñapa: Imprudente, por decir lo menos, la participación de Petro en marchas de protesta en Nueva York e invitar a los soldados norteamericanos a desobedecer a Trump. ¿Se imaginan el tierrero que se armaría si un presidente de otro país pidiera a las tropas colombianas no obedecer a Petro?
No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti.
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