
Por Francisco Becerra
Hasta que llegamos a la consulta popular, con ella el desconocimiento de la separación de poderes y la condena a los profundos infiernos a los senadores que no hacen parte del Pacto Histórico.
La consulta puede terminar siendo un tiro en el pie, pero sin duda, es una estrategia para desviar la opinión sobre el desgobierno, el fracaso de la paz total, el asesinato de decenas de militares y la corrupción.
Pretende Petro adelantar la campaña política para promover a sus amigos y, de paso, gastarse una dineral en publicidad, para enriquecer a los medios de comunicación afines al régimen.
Si llegara a perder la consulta, descalificará a la Registraduría y la acusará de hacer trampa, unos meses antes de las elecciones al Congreso y las presidenciales. Esto crearía la tormenta perfecta para generar una desconfianza total en los resultados electorales e iniciar, con esa premisa, la oposición al nuevo gobierno.
Personalmente, estoy convencido de que Petro no tiene cómo ganar la consulta y de que el Senado puede negarse a citar a elecciones para estos menesteres, lo cual no significa que no sea el inicio de la campaña ni que no le vaya a causar un gran daño a la institucionalidad del país.
Mientras aumenta el descontento social causado por el deterioro de la salud y la falta de entrega de medicamentos, Petro pretende desviar su responsabilidad diciendo que la salud está en estado crítico porque no se ha aprobado una ley, cuando el sistema está totalmente manejado por el gobierno y solo el petrismo es el causante del despelote.
Síntesis: La consulta es una nueva jugada de distracción premeditada para dejar al Estado colombiano lo más deteriorado posible. Este plan se ha venido desarrollando desde hace dos años y es conocido como el “chu, chu, chu”.
No podemos seguir cayendo en esa trampa. No hay que permitir que el Senado apruebe la citación a ese esperpento violatorio del mandato constitucional.
Ñapa: Tenemos de ministro de salud a un rufián que deberá ser juzgado en el futuro como el causante de la muerte de muchos ciudadanos por falta de recibir medicamentos y tratamientos médicos. Lo paradójico es que serán los maestros de FECODE quienes lo denunciarán.
Ñapita: Qué tristeza da ver todos los días la muerte de miembros de las Fuerzas Militares. Nos devolvimos 20 años atrás por culpa de la famosa paz total.
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