Los Susurros de Kico Becerra

Por Francisco Becerra 

Hace un siglo, una serie de personajes considerados en su momento como cómicos trágicos comenzaron a apoderarse del mundo. Después pasaron a ser quienes dirigieron al mundo hacia la Segunda Guerra Mundial: Los Hitler, los Mussolini, los Stalin y los Mao.

Un siglo después, tenemos gobernando al mundo a personajes similares, caracterizados por ser mesiánicos, ególatras y megalómanos. Son seguidos por hordas de fanáticos desaforados y obcecados que no admiten errores en sus ídolos.  Estos líderes idolatrados siempre tienen la razón; quien los critique merece ser eliminado de la faz de la tierra.

Trump, Milei, Petro, Putin, Netanyahu, Kim Jong Un y Maduro, entre otros, son gobernantes caracterizados por creerse emperadores de la razón. Nos tienen al borde de una guerra nuclear. Esto no es un mensaje apocalíptico; es la pura verdad que centros de pensamiento mundiales lo están anticipando.

Estos payasos, directores de circo, como algunos los consideran, sin faltar a la razón, tienen en sus manos una capacidad infinita para hacer daño y lo están haciendo a ciencia y paciencia ante sus seguidores, mientras otros observan atónitos sus devastaciones. No son ni derecha ni de izquierda; son personajes que se consideran iluminados y poseedores de su única verdad.

Igual que el mundo de los “sensatos” vio cómo Hitler y Stalin destrozaban el planeta hace décadas atrás; hoy, los mismos “sensatos” observan cómo Trump, Netanyahu, el Ayatolá Seyed Alí Jamenei y Putin nos llevan hacia otra gran catástrofe.

¿De quién es la culpa de que esto suceda? ¿De los fanáticos de estos ídolos de barro o de los “sensatos” que no les paran el macho a estos personajes?

Ñapa: Me encantó el primer capítulo de la nueva telebobela Nacional, llamada “el rehén”. Aunque fue un poco largo resultó muy divertido. Sin duda debería seguir presentándose solo para audiencias adultas, para no volver a asustar a los niños con la cara de ogro del Mineducación, de Benedetti, de Francia y de Bolívar: Los niños no durmieron ese día.

Ñapita: No me dejo distraer: El Catatumbo sigue en manos del ELN venezolano; el Cauca y Arauca están en la misma situación; el gas subió el 25% gracias a la política del gobierno de no explorar más e importar de Venezuela; la prestación del servicio de Salud sigue deteriorada y la inseguridad en el campo está cada vez peor.

Ñaputa: ¿No será el momento de convocar un gran paro nacional para demostrar el descontento?

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