Por Francisco Becerra
Cantinflesco espectáculo el del “concilio” de gobierno en Paipa. Aunque el primero que lo sabe es el propio presidente, quien está rodeado de mediocres, se espera que, por lo menos, disimulen un poco.
Reunirse para trazar la hoja de ruta del gobierno en lo que queda de mandato es, per se, una estupidez. La ruta del gobierno está fijada en el plan de desarrollo, del cual nunca se habla, por cierto.
Escuchar y ver a los ministros es una vergüenza: Cometen todo tipo de atropellos con el idioma, usan un lenguaje vulgar y se visten como si estuvieran en carnaval.
Las conclusiones no pueden ser más tristes: No se ejecutó el presupuesto del año 2024 y, para este año, se les recortaron los gastos. Esto es normal para un gobierno que no tiene capacidad de ejecución; sin embargo, se les exige que “ambienten” (éste es un gobierno de “ambiente”) una nueva reforma tributaria.
Es increíble que un gobierno sin capacidad de ejecutar pida más plata para gastar en nómina, ya que lo único que sabe hacer es aumentar los puestos públicos. La ejecución en inversión, excluyendo el valor de los salarios de los maestros (que se consideran inversión), fue de menos del 50%.
A esto se suma el único propósito gubernamental para este resto de período: Hacer abiertamente política para fortalecer al partido de gobierno. No recuerdo ningún gobierno que haya violado tan flagrantemente la prohibición de usar los cargos públicos con objetivos exclusivamente electorales. Naturalmente, no habrá ninguna llamada de atención al respecto. Deberíamos borrar de nuestras normas esas leyes que nadie cumple.
Uno de los puntos sobresalientes de ese cónclave fue la directiva presidencial que establece que las mujeres que trabajen para el Ejecutivo Nacional tendrán tres días mensuales sin necesidad de asistir al trabajo mientras les pasa la menstruación; podrán trabajar a distancia. No sé cómo harán eso las trabajadoras de servicios generales o las que ocupan puestos de vigilancia.
Sin duda, esta norma es discriminatoria contra las mujeres y seguramente hará más difícil conseguir trabajo. Realmente increíble esa resolución.
Si una mujer tiene problemas menstruales, puede acudir a un médico para que le dé sus excusas médicas; pero que automáticamente, por el simple hecho de tener la menstruación, se le otorgue permiso para no asistir al trabajo es absolutamente absurdo.
Tanta lucha femenina por demostrar que pueden desarrollar los mismos trabajos que los hombres y ahora este gobierno les sale con esto.
Ñapa: Los nombramientos de Petro para ser miembros de la Junta Directiva del Banco de la República recayó en dos reconocidos académicos economistas. Eso sin duda es un acierto que tranquiliza el futuro del manejo serio que ha caracterizado a esa institución. (Opinión).
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