
Por Francisco Becerra
“Consummatum est» dijo Cristo antes de morir; eso se aplica al «robo del siglo” realizado por la dictadura venezolana.
Desafortunadamente acerté en mi premonición respecto a lo que pasó en esa pantomima de elecciones, dizque democráticas del vecino país: Maduro ya se había robado las elecciones desde hace días.
Ante esa realidad de la elección fraudulenta del sátrapa, el panorama de ese régimen, sin duda, empieza a tener un gran problema interno y externo; para mí, es más grave el descontento interno que el externo. A Maduro no le importa lo que digan los demás países; la aprobación de Rusia, China e Irán le bastan.
Internamente pienso que se va a resquebrajar la imagen del dictador; los primeros que saben la verdad de la votación son los chavistas y eso los llevará a pensar que lo mejor sería quemar a Maduro y subir a Diosdado o a otro; al fin y al cabo, la votación fue contra Maduro. No debe estar durmiendo bien el gordo y deberá tener varios probadores de alimentos, de miedo del envenenamiento; los rusos son expertos en venenos.
No hay que ser mago para saber que van a encarcelar a Corina y sus amigos, quienes serán acusados de terrorismo e intento de fraude electoral; no descarto un magnicidio en cabeza de alguno de ellos.
Lo triste es la situación de frustración de los venezolanos; ya queda descartada la vía democrática para cambiar a los usurpadores del poder; solo les queda huir o vivir para siempre bajo la ignominia.
Por su carácter, los venezolanos no tienen la opción de la insurrección; allá no ha habido guerrilla, ni paras, por tanto, la dictadura está solo cuidando a los militares para que no se vayan a torcer; de hecho, tienen más de 800 militares detenidos, acusados de posible insurrección.
No veo pronto la luz al final de ese túnel.
Ñapa: Para que quede la constancia histórica, Ma. Corina y sus aliados deben hacer una demostración didáctica del fraude electoral, mostrando lo que dice el resultado de cada lugar de votación y lo que fue informado por los empleados de Maduro.
No será fácil porque no van a dejar hacer ninguna auditoría y cuanto antes empezarán a destruir cualquier indicio del fraude.
Ñapita: Petro dirá que las elecciones fueron limpias y seremos de los primeros en reconocer al dictador Maduro. Eso es lo consecuente, teniendo en cuenta que Maduro es uno de los ídolos de nuestro presidente; además, ya debe estar pidiendo apoyo para hacer lo mismo en las elecciones presidenciales a realizarse, en menos de dos años, en nuestro país.
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