
Por Iván de J. Guzmán López
La táctica del caos inducido que soporta Colombia, mediante la estrategia del gobierno de Gustavo Petro de vivir de escándalo en escándalo, tiene al país en un estado de postración absoluta, donde la violencia, la corrupción, la anarquía en el poder y la incapacidad para gobernar regiones bajo la fuerza de la delincuencia, amenazan con convertir a Colombia en un país inviable.
Esta vez le volvió a tocar a los jóvenes, mismos que en campaña, Petro juró amar y defender por sobre todas las cosas. Para ello se degradó el Icetex, organismo creado hace más de 75 años, tiempo en el cual había posibilitado que miles de jóvenes de estratos populares accedieran a la educación superior, se hicieran profesionales y escaparan de las garras de la miseria, la delincuencia y los politiqueros de oficio, tan abundantes ahora.
Esta semana, el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior, Icetex, anunció la eliminación del subsidio a la tasa de interés para los estudiantes en periodo de pago. El comunicado es casi una burla a los miles de beneficiario y, en especial, a los que ahora no saben cómo van a pagar su crédito, o cómo van a poder continuar sus estudios:
«Hemos estado a tu lado en la construcción de tu proyecto de vida con oportunidades de acceso a la educación superior. En este camino, recibiste apoyos otorgados por la Nación, como el subsidio de sostenimiento durante el periodo de estudio y el subsidio a la tasa de interés de tu mecanismo financiero», dicen los nuevos amos del Icetex.
Léase bien: “hemos estado”. No obstante, en dos años largo de gobierno Petro, el que había jurado oportunidades para los jóvenes y educación gratuita, ahora los golpea sin misericordia, tronchando las ilusiones de los mismos jóvenes, de sus padres, del hogar, y de la sociedad misma que ahora verá a miles de ellos como “minis” (ni estudian ni trabajan) engordando las capas más pobres de la sociedad, listos para ser cooptados por los grupos ilegales, la delincuencia o la primera línea de “progresistas” en potencia. Quienes hemos trabajado toda la vida por la educación, reconocemos que no hay otro camino para superar la pobreza, luchar contra el clientelismo, la corrupción, los vicios políticos y la esclavitud económica, más que la educación.
Y continúa la burla: «Estos beneficios respaldaron la formación académica y contribuyeron a tu bienestar mientras avanzabas en tu educación. Sin embargo, el país enfrenta hoy una compleja situación fiscal que, como nación, debemos afrontar. Por ello, los beneficiarios de financiación educativa que están en periodo de pago no contarán con subsidio a la tasa de interés».
Los caraduras que elaboraron el comunicado, justifican la canallada, argumentando que “El país enfrenta hoy una compleja situación fiscal que, como nación, debemos afrontar”. Pero no dice nada del millonario despilfarro en este gobierno, la ausencia de planeación del gasto público y los cientos de viajes al exterior de funcionarios públicos, encabezados, por supuesto, por el propio presidente, sus ministros, embajadores y primeras damas.
El gobierno, en cabeza de un ministro de educación incapaz, cuyo único mérito es haber sido alfil en las huestes de la llamada primera línea, sumado esto a su lenguaje de mingitorio, elimina el subsidio y enfrenta a miles de jóvenes usuarios del Instituto y egresados del programa a una situación escalofriante.
La película de esta semana, bien podría titularse: Los jóvenes nuevamente crucificados
Primero fue con la reforma pensional del gobierno Petro, “una reforma que acaba con la libertad para decidir quién administra las pensiones de cada uno de los colombianos y, si se aprueba, le va a costar al país $54 billones adicionales en el peor momento de Colombia. ¿Quién va a pagar esto? Tristemente será la juventud que tendrá que pagar este monto con nuevas reformas tributarias; serán, según los expertos, casi cuatro reformas tributarias adicionales o la tendrán que pagar con un aumento en la edad para pensionarse, o aumento en aportes, o modificando el ingreso base de liquidación (IBL)”. Los jóvenes de hoy, pagarán mañana la politiquería y demagogia de este gobierno. Esta es la reforma para los jóvenes No Futuro.
Ahora es el golpe mortal al Icetex. Desde que empezó este gobierno, se han implementado una serie de recortes que han afectado a miles de estudiantes. En el 2023, los recursos alcanzaron los $3,72 billones; para el 2024, sumaron $3,68 billones; y en el 2025, las partidas registradas llegaron a los $3 billones. Es decir, una asfixia sistemática y permanente. Ahora hace tres días, el 20 de febrero de 2025 (anote, porque es fecha histórica para los estudiantes y hogares colombianos), el gobierno anunció más recortes a beneficiarios del Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior.
Frente los cuchillos afilados contra el Icetex por el lado del gobierno desde sus inicios y la alarma prendida en el sector educativo por parte de los estudiantes, los padres de familia, las universidades públicas y privadas y las reiteradas denuncias de ASCUN, el Gobierno Nacional, a través de un mensaje del presidente Gustavo Petro en redes sociales, el 27 de noviembre de 2024, “ratificó” su compromiso (de campaña) con los beneficiarios de los créditos otorgados por el Icetex:
«Nadie que dependa de créditos del Icetex perderá esa sostenibilidad. Nadie lo ha afirmado ni nadie lo hará en el gobierno. Como estamos ante otra campaña de terror mediático, aclaramos: el erario fortalecerá la universidad pública y gratuita. Los actuales beneficiarios de créditos y programas de subsidio a la universidad privada mantendrán la ayuda del Estado», aseguró el mandatario en ese entonces.
Como siempre, la promulga se quedó en perorata vacua.
Ante la realidad oscura, propiciada por quienes deberían ser esperanza y luz (ya que se dicen progresistas y recibieron muchos votos de los jóvenes, según se dice), Portafolio.co, en su edición del sábado 22 de febrero de 2022, advierte que “el incumplimiento del Gobierno en subsidios del Icetex afecta directamente a 327.000 estudiantes y egresados De ellos, 18.000 perderán los subsidios de graduación y excelencia; 125.000 de sus usuarios, estudiantes activos, enfrentarán incrementos significativos en las tasas de interés, y 184.000 profesionales o deudores en período de amortización, deberán asumir cuotas considerablemente más altas; casi impagables”.
¡Los jóvenes nuevamente crucificados!, se titula el nuevo escándalo, mientras papá Pitufo goza de plena salud y amigos y beneficiados entre políticos de izquierda, derecha, arriba, abajo, verdes, maduros, oscuros, y de todos los pelambres, según denuncia el bueno de Juan Lozano, en la FM.
Uno no entiende cómo es que esta política es bienestar para la población, en especial para los jóvenes, llamados a ser el relevo ético, intelectual, periodístico, empresarial, educativo, gremial, científico, político, social y cultural de Colombia. Lo que sí tenemos claro es que se trata de un daño calculado, para someter al país al caos generalizado, culpar a anteriores gobiernos, y propiciar la destrucción de gobiernos democráticos en el continente, hasta convertirlos en naciones parias, pobres, destruidas, como Cuba, Nicaragua o Venezuela.
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