29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Los Inmigrantes, una Mercancía Desechable

Rafael Bravo
https://rafaelibravo.blogspot.com/

Por Rafael Bravo 

‘’Senate Republicans say that Ron DeSantis, Greg Abbott and Arizona Gov. Doug Ducey are justified in shipping migrants to Blue States’’. 

‘’Los senadores republicanos afirman que los gobernadores Ron DeSantis, Greg Abbott y Doug Ducey tienen razón en enviar migrantes a los estados demócratas’’. Político (sitio web) septiembre 16 

La escena es similar en Europa, Centro América y los Estados Unidos. Cientos de miles de inmigrantes buscando un mejor futuro con la incertidumbre y el desespero de no tener nada más que un morral o bolsa con unas pocas pertenencias. Muchos mal llamados gobernantes demuestran su menosprecio por el apátrida, el vulnerable, convirtiéndose ellos mismos en traficantes con sus actuaciones. Explotar el dolor ajeno con fines políticos es una crueldad que debe merecer el rechazo de todos. Una situación que se repite en Hungría, Inglaterra y ahora otra vez en los Estados Unidos. 

Todo comienza con el gobernador de Texas, un despreciable ser humano que hace unos meses decidió enviar autobuses llenos de indocumentados a Nueva York, Washington y Chicago bajo el pretexto que esas ciudades toleran la inmigración ilegal y donde las autoridades limitan la cooperación con agentes federales. El personaje de marras sostiene que su territorio está siendo invadido por inmigrantes de segunda clase atizando el odio racial y creando un sentimiento anti latino. 

El turno le correspondió esta semana al despiadado gobernador de Florida, un estado donde al igual que Texas, se han asentado millones de inmigrantes y que han hecho de su trabajo un ejemplo de esfuerzo y creación de riqueza. Otro espectáculo lamentable recogiendo hombres, mujeres y niños cansados y hambrientos en aviones hacia la isla Martha’s Vineyard. Casi todos ellos de origen venezolano en la búsqueda de un asilo político. La numerosa diáspora venezolana debe levantarse contra este despropósito. 

Detrás de este espectáculo mediático se esconde la necesidad de reformar el vetusto sistema migratorio y el proceso de recibir refugiados. Las cifras muestran la realidad de lo que está ocurriendo: el número de solicitudes de asilo ante las cortes de inmigración subió a 156 mil frente a un poco menos de 33 mil en 2010. Los casos pendientes de un fallo en esos estrados son cercanos a 600 mil. Si se incluyen las órdenes de deportación, la lista de solicitudes sin resolver llega a un millón 800 mil. Una tarea por resolver que tomará años. 

Al amparo de la Convención de las Naciones Unidas y las leyes norteamericanas todo aquel que exprese ‘’ un temor bien fundado de ser perseguido por razones de raza, religión, nacionalidad u opinión política’’ se le permite esperar una sentencia de asilo dentro de los Estados Unidos y pedir una autorización de trabajo luego de la solicitud. En gran medida lo que hoy está ocurriendo es producto de las múltiples acciones de la administración Trump tratando de disuadir a los cientos de miles que buscaban una petición de asilo, obligándolos a permanecer en México y el Título 42, una norma atada al Covid que impedía el ingreso de inmigrantes. 

La pandemia, los conflictos y los regímenes autoritarios son la causa para que el mundo viva un aumento de la migración. La guardia fronteriza ha realizado casi 2 millones de aprehensiones en lo que va del año, lo que demuestra la gravedad de la situación. Asimismo, los jueces hacen lo que pueden ante la avalancha de casos. La política de Cero Tolerancia respaldada por el partido republicano no es la solución a una tragedia humanitaria que se salió de madre. 

Ciertamente, en un momento en que el público norteamericano no encuentra un consenso sobre los valores esenciales que han unido al país en situaciones de conflicto, es entendible que los recién llegados puede complicar la tarea de forjar un futuro no importa su situación legal. De cualquier manera, los Estados Unidos históricamente han sido una nación que abraza la diversidad, por cual esos sentimientos abusivos y discriminatorios solo incitan al odio y la división. Debieran aprender de Colombia que ha sido ejemplo al recibir cerca de 2 millones de refugiados venezolanos y los ha legalizado. 

Los inmigrantes no son una mercancía que se deja tirada para que haya unos cuantos políticos apoyados por un partido inerme al sentido humanitario haciendo creer que están por la legalidad y el orden. Semejantes actos de maldad quedan gravados en la mente de los que no tienen nada distinto a mejorar sus condiciones de vida y sus familias. Dinosaurios de la política de cañería.