La política es una caja de sorpresas, y el Partido Conservador no es una excepción.
Algunos de sus voceros sostienen que desde que el sector que orienta el senador Carlos Andrés Trujillo le anunció el apoyo al expresidente de Augura, Juan Camilo Restrepo, ya la otra fracción del senador Juan Diego Gómez y el representante Nicolás Albeiro Echeverri tenían contactos y cercanías con el equipo de Aníbal Gaviria (foto). De hecho desde hace muchos años algunos dirigentes y militantes azules han acompañado a Gaviria, como por ejemplo Carlos Mario Montoya, quien no tiene cargo alguno de representación popular, pero ha estado a su lado desde que fue alcalde de Medellín.
Así que el desayuno en el restaurante Sancho Paisa, en el cual los senadores conservadores Carlos Andrés Trujillo y Juan Diego Gómez, le pidieron a Juan Camilo Restrepo Gómez que renunciara al aval conservador, no fue una sorpresa. Pudo ser otro día en cualquier restaurante. Pero iba a suceder…
En política nadie quiere perder. Cuando Aníbal comenzó a mostrarse fuerte en las encuestas, empezaron los deslizamientos de dirigentes de otros movimientos hacia su campaña. Hasta los verdes se inclinaron por él, aún en detrimento del exgobernador Sergio Fajardo, quien no quita su mirada del Palacio presidencial.
El mismo fenómeno se fue dando en la campaña de Luis Pérez. “Es que las propuestas del candidato que se muestra ganador, son las que más van gustando”, le dijo un exsenador a El Reverbero de Juan Paz.
Pero la gran verdad en el fondo, es que el aval del Partido Conservador es un obstáculo jurídico para que la colectividad azul llegue donde Aníbal desplegando las banderas y cantando el himno. Al menos de cuerpo, porque algunos ya están allí de alma y corazón desde hace varias semanas.
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