
Por Elizabeth Mora-Mass
● Trump furioso contra Colombia por el alto consumo interno de cocaína
● Guerra abierta contra las drogas en el Caribe
● La DEA exige ataques en México
● ¿Será Colombia el próximo blanco?
Por Elizabeth Mora-Mass (Foto)
Los analistas claman a viva voz que al presidente Gustavo Petro de Colombia le espera una visita tumultuosa, debido no sólo por la desertificación en la lucha contra las drogas de hace tres días, sino porque en Washington hay una corriente que busca militarizar en forma total la guerra contra los estupefacientes, lo que pone a Colombia, el primer productor mundial de cocaína en el centro del huracán, dado que el consumo de cocaína se ha incrementado casi dos veces este año.
“Aunque Petro tratará de desviar la conversación hacia las protestas que esperan a Trump por lo que muchos llaman la supresión de la libertad de expresión, el furioso ataque de que son objeto los inmigrantes indocumentados y la guerra de Gaza, no podrá ignorar la gravedad de la situación.
“Los cárteles mexicanos controlan una cuarta parte del territorio colombiano. Me extraña mucho que esta situación no sea objeto de un gran debate, como el tema Uribe, el cual domina el panorama”, comentó un analista de Naciones Unidas, quien no quiso ser identificado.
Aquí vale la pena destacar que el mismo embajador García Peña, le confirmó la situación de los cárteles mexicanos a esta reportera cuando estuvo de visita hace unos meses, promocionando la apertura de La Casa Colombia en Nueva York.
Lo anterior se agrava porque según publicó ayer The Wall Street Journal, el consumo interno de cocaína se ha disparado dentro del territorio del Tío Sam, mientras que tanto el consumo, como el ingreso de fentanilo ha venido disminuyendo. Y no sólo eso. De acuerdo con los medios estadounidenses, en la administración Trump hay una batalla interna acerca de cómo atacar el flagelo de las drogas, mientras unos funcionarios solicitan coordinar con los gobiernos latinoamericanos en la lucha contra los estupefacientes, la DEA exige que haya ataques frontales contra los cárteles, en especial los de México, los cuales no sólo son los principales socios de los cárteles colombianos, sino controlan la producción la producción interna de Colombia, en especial el Cártel Jalisco Nueva Generación dirigido por Nemesio oseguera Cervantes, mejor conocido como “El Mencho”.
WSJ afirma que “El señor Mencho, se ha consolidado como el narcotraficante más poderoso del mundo, ya que su organización, el Cártel Jalisco Nueva Generación, CJNG, ha eclipsado a su rival, el Cártel de Sinaloa al capitalizar los cambios en el consumo de narcóticos de Estados Unidos y el colapso interno de su rival, por la detención de sus directivos”.
Y aún hay más. Según The Washington Post, “funcionarios de la DEA abogaron por una serie de ataques militares en México a principios de este año, alarmando a algunos en la Casa Blanca y el Pentágono y presagiando el tenso debate que se está desarrollando en Washington sobre la legalidad de los ataques mortales de este mes contra presuntos narcotraficantes en el Mar Caribe, dijeron personas familiarizadas con el asunto”. Y agrega The Washington Post: “La discusión comenzó en las primeras semanas del regreso del presidente Donald Trump a la presidencia, tras designar a numerosos cárteles y bandas criminales latinoamericanas como organizaciones terroristas extranjeras. Funcionarios de la DEA sugirieron tanto asesinatos selectivos de líderes de cárteles en México como ataques a la infraestructura del país, según estas fuentes. Algunas hablaron bajo condición de anonimato para compartir detalles de deliberaciones internas altamente sensibles y privadas”.
Y ahí no terminan las angustias. Hablando sobre el particular, Dereck Maltz, quien fuera director de la DEA hasta julio de este año, señaló cómo “Los cárteles han asesinado a más estadounidenses que cualquier organización terrorista en la historia de Estados Unidos, por lo que deben rendir cuentas”. También agradeció al gobierno mexicano, bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, por “realizar arrestos e incautaciones sustanciales y desmantelar los cárteles”, pero añadió que “se debe hacer mucho más para detenerlos”.
La desertificación
En su informe, la Casa Blanca dijo que la desertificación se debe a que, en “Colombia, el cultivo de coca y la producción de cocaína han alcanzado niveles récord bajo el presidente Gustavo Petro, y sus intentos fallidos de buscar acuerdos con grupos narcoterroristas sólo han agravado la crisis”. “Las instituciones de seguridad y las autoridades municipales de Colombia siguen demostrando habilidad y valentía al enfrentar a grupos terroristas y criminales, y Estados Unidos valora el servicio y sacrificio de sus servidores públicos dedicados en todos los niveles de gobierno”, agregó el informe.
“El fracaso de Colombia para cumplir con sus obligaciones de control de drogas durante el último año recae únicamente en su liderazgo político”. Y añadió: “Consideraré cambiar esta designación si el Gobierno de Colombia toma medidas más agresivas para erradicar la coca y reducir la producción y el tráfico de cocaína, así como responsabilizar a quienes producen, trafican y se benefician de la producción de cocaína, incluso mediante una mejor cooperación con Estados Unidos para llevar ante la justicia a los líderes de las organizaciones criminales colombianas”, señaló la determinación de la Casa Blanca.
Al respecto Petro respondió: “Nosotros no vamos a estar bajo chantaje. A mí no me preocupa la ayuda de los Estados Unidos. Nosotros somos los que estamos ayudando a los Estados Unidos porque el problema es de ellos, no de nosotros”. “Si un país no es capaz de soportar sus mismas fuerzas armadas, no es soberano, y Colombia es soberana. Entonces, sin chantaje sobre este Gobierno, no lo acepto”, sostuvo Petro.
Los analistas afirman que sólo durante el Proceso 8.000 se vivió una situación tan delicada en las relaciones con Estados Unidos. “En el 8.000, la bronca fue contra Samper. Ahora es contra Petro, con el agravante de que Trump lo considera comunista”, comentó un banquero experto en temas colombianos.
Debate interno
Volviendo a The Washington Post, “Personas familiarizadas con el asunto dijeron que las discusiones interinstitucionales sobre los cárteles han sido coordinadas por la Casa Blanca, incluso en reuniones supervisadas por el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller.” Según el Post, “La propuesta de la DEA provocó que algunos funcionarios del Pentágono y otras agencias señalaran que no existía una autorización legislativa aplicable para el uso de la fuerza militar contra los cárteles de la droga, según fuentes familiarizadas con el asunto.
Algunos también señalaron que ciudadanos estadounidenses podrían resultar muertos en el proceso, según las fuentes”.
Los analistas dicen que ya se inició la militarización de la guerra contra las drogas con los ataques a tres embarcaciones venezolanas en el Caribe. En las casas de apuestas ya hay apuestas acerca de si hay o no guerra abierta contra los países latinoamericanos productores de droga.
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