25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Lina García Gañán, la joven mujer que humanizó el cemento

Durante la administración de la Gerente de la Empresa de Vivienda de Antioquia – VIVA, Lina García Gañán(foto), la labor fue más allá de entregar casas y techos. Trascendió a transformar, a partir de la entrega de una vivienda digna, tejido social en todos los municipios de Antioquia. Lina García Gañán deja la Empresa VIVA como una entidad sosteniblemente financiera y con un alto sentido social

Lina García Gañán, asumió la Gerencia de VIVA en marzo de 2017 a sus 36 años, convirtiéndose en la segunda mujer y la persona más joven que ha desempeñado este cargo, en los 16 años de la empresa. Esa juventud le permitió trabajar incansablemente con energía, pasión y devoción por ayudar a transformar la sociedad.

Uno de los retos fue convertir cada día a más antioqueños en propietarios a través de viviendas nuevas, mejoramientos de inmuebles y entornos, titulaciones e intervención social. Además, de seguir siendo la orientadora desde la institucionalidad de las políticas públicas de vivienda en Antioquia, promoviendo y consolidando comunidades sostenibles gracias a la intervención institucional planificada e integral en el territorio.

Sin embargo, para lograr esto era necesario recuperar la sostenibilidad financiera de la Empresa, la cual se recibió en 2016 con pérdidas por 20.941 millones y pasó a tener este mismo año ganancias por alrededor de 1.746 millones. El reto de Lina fue mantener esta rentabilidad y en lo que va del 2018 deja la empresa con utilidades por alrededor de 1.415 millones. Sin lugar a dudas, todo esto se convierte en más proyectos para los antioqueños.

Estos logros fueron ratificados por la firma internacional calificadora de riesgo, FITCH Ratings, que otorgó una calificación AA+ en el 2016 y en los próximos días se espera sea notificada con la calificación AAA +, manteniendo a VIVA como la empresa de fondo de valorización y vivienda pública más importante del país.

Además, Lina luchó incansablemente por no ser una empresa constructora que llevara soluciones de vivienda y cumpliera con su labor misional por la que fue concebida, sino que aprovechó la ordenanza de la Asamblea que le permitia a VIVA realizar infraestructuras y equipamentos, para llevar a cabo grandes alianzas con diferentes entidades a nivel nacional y departamental, logrando ser la constructora de grandes proyectos como las ciclorutas en Urabá, Occidente y Oriente antioqueño; el Hospital de Caldas, la Cárcel de Yarumal; las ciudadelas indígenas; los mejoramientos a diferentes estaciones de Policía, entre otros.

Todos estos proyectos siempre fueron más allá de la gerencia integral y construcción que ofrecía VIVA. Iban con un plus diferencial que pensaba en las comunidades a las que intervenían con el fin de lograr que los antioqueños no solo recibieran una vivienda o un equipamento, sino que se generara una transformación positiva alrededor de la misma.

Por esto para Lina García Gañán la función de VIVA iba más allá de juntar ladrillos. En VIVA la consigna bajo su mando fue construir realidades transformando vidas humanizando el cemento.