
Por Héctor Hoyos
Somos una sociedad golpeada por los enemigos de la civilización que hemos construido a través de nuestra historia y que fundamenta la cultura, el carácter y el espíritu de nosotros los colombianos. Enemigos de la nación, han hecho prevalecer la impunidad sobre la justicia y han puesto por encima a los criminales sobre nuestros héroes.
Los más recientes golpes son, el atentado criminal al senador Miguel Uribe y la condena tramposa en primera instancia del ex presidente Alvaro Uribe.
Pero somos una sociedad solidaria, sensible y unida en el sacrificio y en el dolor, en especial en el sacrificio de estos dos líderes ejemplares; el primero, un ejemplo para la juventud y el segundo, un ejemplo para nuestra historia.
Se rebozó la copa; hasta aquí llegaron los políticos corruptos y traidores, hasta aquí llegó el engaño, la trampa y el crimen procedente del neo comunismo, el narcotráfico y el terrorismo. Todos ellos han caído demasiado bajo como para pasar desapercibidos y todos ellos han hecho demasiado daño como para permitirles avanzar en la dominación.
Se levanta erguido el espíritu libre y justo de Colombia, se manifiestan todos nuestros líderes de todas las vertientes de la democracia, se levantan nuestros pueblos libres en todas las regiones de la patria. Todos, hombres y mujeres de todas las edades, vamos a rescatar a Colombia para conducirla por el camino de la civilización cristiana y de nuestra historia republicana, por la armonía y el entendimiento social, por el desarrollo económico y el bienestar de todo el pueblo colombiano.
Clamamos a los dirigentes de los partidos políticos de la democracia con los aspirantes a la Presidencia y a los líderes políticos regionales, por una Unión Política por la Estabilidad Democrática de la Nación.
Esa unión es un pacto por la democracia, las libertades, el Estado de Derecho, la justicia y la seguridad, es un movimiento político nacional de emergencia, que renueve la esperanza para los nuevos tiempos de nuestra Colombia, que rescate las virtudes democráticas, que se traduzca de inmediato en un apoyo a nuestros alcaldes y gobernadores en la seguridad en campos y ciudades, en una resistencia en el Congreso a las imposiciones totalitarias, en un respaldo y la defensa de la autonomía de los poderes públicos, en trabajar por una renovación del Congreso con los mejores representantes de las aspiraciones de los colombianos, y que establezca el mecanismo de selección de un candidato único a la Presidencia de la República el año entrante.
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