26 octubre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Las dos Colombias y Trump

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Por Darío Ruiz Gómez 

Lo que a simple vista me pareció un encuentro de trabajadores(as) de una fábrica, en las fotos de “El Tiempo” -19 octubre-me fue descubriendo  a sus protagonistas, hombres con cara de agitadores profesionales en la parte de arriba y abajo, ahí estaban todas las viejas luchadoras del Partido Comunista, posando para la foto como si lo hicieran antes de la batalla decisiva contra el “imperialismo norteamericano”.

En seguida asistirían seguramente desde una cómoda tribuna al espectáculo de las hoy ya reconocidas tropas de El Pacto Histórico, matones a sueldo, la masa furiosa de indígenas adoctrinados y armados con flechas y lanzas. El espectáculo de la trifulca fue caricaturesco en su intento de demostrar lo que debería ser el triunfo de la selva sobre la “tecnología capitalista”.

Lo que hizo con esta sangrienta asonada el Pacto Histórico fue mostrar la explícita utilización del terrorismo y el hecho de que son sus dirigentes, entre ellas estas veteranas activistas, las responsables de actos de violencia que no deben pasar inadvertidos para la just6icia. Después de esta demostración de genuino terrorismo el Pacto Histórico no puede seguir siendo considerado como un Partido político sino como una montonera de terroristas

¿Son falsas las fotos de la Pizarro y sus acompañantes en el Campus universitario? ¿Son falsas las acusaciones de Trump llamando al Presidente narcotraficante, sujeto de malestares cerebrales?

Después de la entrevista de Daniel Coronel no queda duda alguna al respecto. A la ayuda militar norteamericana desde hace décadas se han opuesto de forma violenta todos los grupos de extrema izquierda. La supresión de esta ayuda y el anuncio de más altos aranceles a nuestros principales productos de exportación han servido para que se den de parte de la izquierda y de los gremios económicos respuestas en que algunas de ellas olvidan el marco social por el cual Trump ha hecho estos señalamientos.

El lunes se daba la nueva cifra de desplazados por el ELN en el Catatumbo: 83.000 personas abandonadas a su suerte por el gobierno. Un video muestra a las gentes corriendo despavoridas cuando llegan los mercenarios disparando. Lo que no se nos dice es el número de población asesinada, torturada.

En toda la geografía del país esto mismo está sucediendo, se está destruyendo el Guaviare, en el Cauca se fusila a campesinos diariamente tal como se hace en el Chocó, en Antioquia donde crece el número de víctimas.

¿Acaso no está causada esta tragedia por la coca y por la presencia de grupos internacionales de narcotraficantes? ¿Miente Trump un Presidente en las antípodas de mi liberalismo? Una estratagema para eludir la respuesta exigida es la de reducir esta acusación que ya es irreversible a un anecdótico enfrentamiento personal entre Petro y Trump, tratando de que olvidemos la existencia de la verdadera Colombia destruida por Organizaciones Criminales como el ELN comparado justamente por Trump con Al Qaeda.

Tiene uno que estar demente para considerar que a un ataque a la Embajada Americana es una acción revolucionaria. Demostrar que Petro no es un narcotraficante sino un nuevo Mesías es tarea de Petro y de sus portavoces mostrando que en sus años de gobierno el crimen organizado ha sido combatido como ningún gobierno lo ha hecho, protegiendo a la población y a sus regiones, bajando los impuestos.

Es el país esclavizado por estas organizaciones criminales el que debe recibir respuestas de Petro ante el concierto de las naciones del mundo. Y esto mismo debe hacer esa corte de áulicos, vivillos, agachados que al alabarlo se han beneficiado de este despelote general y han pretendido que sigamos creyendo que la izquierda totalitaria es buena y bondadosa.