28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Largo y ancho: Cacerolazo contra Petro

Por Rubén Darío Barrientos G.

rdbarrientosg@gmail.com

Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, después de la reunión de los burgomaestres actuales con el presidente Duque, se fue lanza en ristre contra el ultrazurdo Gustavo Petro, al asegurar que el senador era irresponsable al, supuestamente, llamar niños para que marchen en contra del gobierno. Y adicionó que “pareciera que el líder de la Colombia Humana, no se hubiera desmovilizado nunca”. Sus frases textuales, son las siguientes: “Son increíbles los mensajes que escuchamos en las redes sociales, es inadmisible que él esté convocando niños a que vayan a los paros, a que no vayan a las escuelas, a que no vayan a estudiar”. Este nuevo mandoble de Fico, recuerda el primero que fue en diciembre de 2018, cuando el alcalde le dijo a Petro que era un populista por el dolor de tres madres en hechos de la comuna 13 de Medellín y otro por un trino borrado, vinculado con las Farc en el Caquetá, luego de motejarlo de mentiroso y polarizador. Y no está muy lejos la tirria, de una prohibición de concentración en plaza pública, por ausencia de requisitos, cuando Federico no le permitió hacer un acto político en plena campaña presidencial.

Digamos que hasta ahí, estamos en total acuerdo, pues compartimos el fastidio hacia Petro. Pero, hay otra lectura que no puede pasar inadvertida: Federico Gutiérrez está en campaña presidencial y nada mejor que combatir a Petro frente al país, un rival de cuidado para el 2022. Fico, en realidad hizo el lanzamiento de su campaña presidencial el día 19 de febrero de 2019, en la demolición del Edificio Mónaco, cuando muy encachacado (vestido azul, corbata azul de bolitas blancas y zapatos lustrados) y con el presidente Duque a su siniestra, habló de narcotráfico, de cátedra en los colegios, de modificar la narrativa donde a los victimarios se les trata como héroes, Y Duque, le agregó a esta coyuntura, frases idílicas: “Es la derrota de la cultura de la ilegalidad, del resurgimiento de la esperanza, de la construcción de futuro y del cambio de ruta de la historia”. Todo un abreboca de programa de gobierno. Hubo aplausos y lágrimas furtivas. El presidente adicionó en pro de Fico, la valentía, el coraje y la transformación de la sociedad. Mejor, imposible. Rodrigo Lara Jr. y Miguel Turbay, hablaron de un mensaje de esperanza. El entorno, era inmejorable. La mesa estaba servida.

Gustavo Petro, desde el púlpito de su tuiter, ha sido incendiario e incitador y ha desafiado al empresariado colombiano. Y para retuitiar, su modelo es la joyita de Iván Cepeda y la alhaja de Evo Morales. Como quien dice: el hambre y las ganas de comer. Pidió burlarse de Duque y que nadie fuera a palacio a hablar con el presidente. Hasta Vicky Dávila explotó contra Petro en un trino: “mala persona, prepotente irremediable y narciso”. El 2 de agosto de este año, atacaron a huevos a Petro y a Carlos Caicedo, en Ciénaga. Quienes lo hicieron fueron unos jóvenes, tan pronto se estaban encaramando en una tarima. También, Petro tiene un distanciamiento político con Claudia Nayibe López. Y hasta la diva Claudia Bahamón, escribió contra él en tuiter: “No me aguanto ni el parado de Petro”. Y alcanzó 690 retuit. Pero no se quedó por fuera el tino Asprilla, quien le replicó trinos sobre el crimen del futbolista Andrés Escobar. Tremendo rifirrafe.

Los propios sindicatos, por vocería de Julio Roberto Gómez, de la CGT, le dijeron a Petro que no incendiara el país. Que no generara zozobra. Que no dejara una constancia histórica. El cacerolazo contra Petro, debe ser efectivo: si no ahora, después. Ya las redes sociales se lo chantaron, falta que físicamente muchas personas marchen ruidosamente contra este malhadado personaje. Y yo voy con cacerola nueva, no regateo el precio e incluso me movilizaré con el tiquete de compra pegado.